Personajes legendarios del género de terror | Page 52

4.13. FANTASMAS CÉLEBRES • El Boeing 747 matrícula LV-MLO (conocidos por todos como “malo” por sus siglas) fue el segundo Jumbo incorporado por Aerolíneas Argentinas en 1979. Para 1983 pasó a Flying Tigres, con los colores de Metro Internacional, luego con Federal Express hasta que en 1990 regresó a operar con Aerolíneas, hasta mediados del 2001 fecha en que fue dado de baja. Las historias coinciden en que una auxiliar de vuelo (azafata o tripulante de cabina), tenía un afecto muy especial a esta aeronave en particular, pues, según decía, había “nacido” el día de la Virgen María (su primer vuelo fue el 8 de diciembre de 1978). Afectada por una enfermedad terminal, cuentan pidió volar en el MLO durante su último mes de trabajo; tras el último vuelo falleció a las pocas horas. Meses después, cuando el MLO estaba siendo revisado en los hangares de Ezeiza, una figura muy borrosa y transparente se les apareció a dos mecánicos en la bodega trasera de carga. En otra oportunidad el personal de limpieza escuchó ruidos en primera clase y uno de ellos vio parada en la mitad del pasillo una figura humana con uniforme de azafata de la empresa. Durante una escala en Barajas en el año 2000, un par de mecánicos de Air Plus echó a correr por la “presencia” de algo en la cabina de pasajeros que los asustó, según confesaron a uno de los comandantes del vuelo. A mediados del 2001 el MLO dejó de volar para siempre y quedó a la intemperie en Ezeiza. La historia final indica que cuando comenzaron a desmontarse los motores cinco mecánicos escucharon fuertes ruidos dentro de la bodega delantera y en el fuselaje; desde una grúa dicen haber visto una azafata caminando por el pasillo contrario a las ventanillas. • En la Ciudad de Buenos Aires se dice que en la iglesia “Santa Felicitas”, entre las calles Pinzón e Isabel La Católica, se puede avistar el fantasma de Felicitas Guerrero y que si se deja un pañuelo en la iglesia de noche, a la mañana este aparece bañado con sus lágrimas. • En la Isla Botija, perteneciente al Delta del Paraná, se aparece el fantasma de Rosario Schuster, una niña burgesa que se suicidó a principios del siglo XX en el arroyo homónimo luego de quedar abandonada en ese lugar cuando su amante, un trabajador isleño con el que la joven había huido tiempo atrás, fuera asesinado por el padre de ésta. Varias personas refieren haberla visto emerger de las aguas, entre ellas, un numeroso grupo de pescadores hacia fines de los 70. Una curiosidad: el espectro suele mostrarse casi exclusivamente en los días de Carnaval. • En Tucumán ex