PERSONAJES
PA N A M Á
Tres patriotas
Martinez, Melendez and
Henriquez (parte II de III)
Porfirio Meléndez preside la Junta Revolucionaria
de Colón. Su segundo es Juan Antonio Henríquez
y, su tercero, Orondaste L. Martínez.
C ésar del V asto
M
HISTORIADOR
eléndez comisiona al
general Martínez y a
Clement para entre-
vistarse con el coronel colombia-
no Eliseo Torres, al mando de las
tropas desembarcadas, e invitarle a
rendirse y aceptar la independen-
cia panameña.
Con Torres, en la gobernación,
estaban el general Pedro A. Cua-
dros (prefecto de la provincia), el
general Ortiz (jefe de la Policía),
Eleazar Guerrero (alcalde de Man-
zanillo) y otros militares.
Tras escuchar a Martínez, To-
rres insultó a todos los panameños
y manifestó que «condecía solo
dos horas para que fuesen puestos
en libertad y regresados a Colón
los generales».
Cuando los patriotas trataron
de hacerle entrar en razón, ordenó
al prefecto que fuera al consula-
do norteamericano para decirle a
Óscar Malmros que quemaría la
ciudad y mataría a los norteame-
ricanos si no se ponía en libertad a
los generales prisioneros antes de
la dos de la tarde.
Los patriotas deciden ofrecerle
dinero. Torres se entrevistó en el
hotel Suizo con Martínez, y hasta
lo amenazó con darle un tiro en la
cabeza.
A las 2.45 de la tarde, el ge-
neral Ortiz convence a Torres de
acuartelar el batallón en el barrio
de Cristóbal; Meléndez le envía
alimentos. Ante un posible ataque
de tropas panameñas, declara la
alerta y sale hacia la capital para
comunicarse por telegráfo.
Héctor Valdés y el estadouni-
dense al servicio de los conspira-
dores H. O. Jeffries llegan desde
Panamá para capturar la nave Car-
tagena, pero su oficial, Borrero, al
darse cuenta, leva anclas y deja
atrás a la tropa.
Clement, Martínez, Meléndez
y Shaler se reúnen en el hotel Was-
hington para definir sus siguientes
pasos.
Poco antes había arribado el ca-
ñonero estadounidense Nashville,
al mando del comandante Harry
Ross Hubbard.
18
Diseño original de la bandera (no vigente), según Manuel E. Amador. Fue la primera bandera de Panamá, desde el 3 de noviembre de 1903 hasta el 4 de junio de 1904.
“A eso de las 2 de la tarde del 4,
el jefe de la tropa (Torres) se dirigió
a la oficina de la Panama Rail Road
con el objeto de comunicarse por te-
léfono con Panamá, y temeroso que
fuese puesto preso se hizo acompa-
ñar de una escolta, la que rodeó la
oficina al subir al citado jefe. Visto
este movimiento, en el acto desem-
barcaron unos pocos soldados ame-
ricanos, cundiendo de nuevo alarma
en la población por creerse que se
trataba de un combate.
La pequeña fuerza americana (49
marinos al mando del segundo jefe,
teniente W. M. Witzel) se atrinche-
ró en la casa de fletes y el batallón
Tiradores, colombiano, se tendió en
línea de batalla en toda la calle del
Frente, y en algunas transversales,
y en esa actitud se mantuvo hasta
cerca de las 5 de la tarde, hora en
que partió para Panamá en expreso
una comisión; en seguida la tropa
americana se fue para su cuartel y
por la noche se reembarcó la fuerza
americana”.
Cascoantiguo_news
Casco Antiguo News
Three patriots:
Martinez, Melendez and
Henriquez (part II of III)
Porfirio Meléndez presides over the Revolutionary Junta
of Colon. His second is Juan Antonio Henríquez and his
third, Orondaste L. Martínez.
M
elendez commissions Ge-
neral Martinez and Cle-
ment to meet Colombian
Colonel Eliseo Torres, commanding the
troops that disembarked, and invite him
to surrender and accept Panamanian in-
dependence.
With Torres, in the governor-
ship, were general Pedro A. Cuadros
(prefect of the province), General Ortiz
(chief of police), Eleazar Guerrero (ma-
yor of Manzanillo) and other military.
After listening to Martinez, Torres
insulted all Panamanians and said that
“he grants only two hours for the gene-
rals to be released and returned to Co-
lon.”
When the patriots tried to make him
understand, he ordered the prefect to go
to the American consulate to tell Oscar
Malmros that he would burn the city and
kill the Americans if the prisoners were
not released before two o’clock in the
afternoon.
The patriots decide to offer him mo-
ney. Torres interviewed at the Swiss ho-
tel with Martinez, and even threatened
to shoot him in the head.
At 2.45 in the afternoon, General
Ortiz convinced Torres to barrack the
battalion in the neighborhood of Cris-
tóbal; Meléndez sends him food. Before
a possible attack of Panamanian troops,
declares the alert and leaves for the ca-
pital to communicate by telegraph.
Hector Valdés and the american in