Periódico Casco Antiguo News EDICIÓN 25 · 2018 | Page 16

PERSONAJE PA N A M Á A FINALES DE MAYO DE 1955, PASADOS LOS CARNAVALES, SE ANUNCIÓ EN LOS DIARIOS DEL PAÍS EL ARRIBO DE LA GUARACHERA DE CUBA, CELIA CRUZ, ACOMPAÑADA POR LA ORQUESTA LA SONORA MATANCERA. C ésar del V asto U HISTORIADOR / ESCRITOR na tarde del 9 de junio firman el contrato para presentar a la artista cubana y la orquesta el representante de Tabacalera Istmeña, Benito Suárez, el del club nocturno Ha- ppy Land, Lucho Donadío Demare, y el gerente de la Red Panamericana, su re- presentante, Catín Vásquez. Arrecian los anuncios de la presenta- ción artística en los diarios, cortesía de Cigarrillos Istmeños. Finalmente aterrizan en Panamá, los recibe el relacionista público de RPC, Red Panamericana y de las empresas panameñas en el viejo aeropuerto de To- cumen. Se presentaron el 25 de junio en el Hotel El Panamá, siendo transmitida su actuación por la Red Paname- ricana (1090 kcs) y la HOA de Colón (1230 kcs). 16 Celia Cruz LA REINA DE LA NOCHE Celia viene acompañada por los can- tantes cubanos Laito, Caito y Yeyito, re- ventando con sus canciones desde las 9 de la noche, y en el club nocturno Happy Land desde las 12 y media de la noche. La entrada general costaba 75 centavos. Luego se anunció en los diarios su presentación el 27, 28 y 29, en el Teatro Central y el Happy Land, siendo el últi- mo día el 29 de junio. Jorge Alemán Vallarino recuerda: «Yo en ese entonces tenía un Mercury amarillo descapotable, y el Chino me lo mandó a pedir para pasear a Celia… Me llamó mucho la atención su sonrisa..., la lleva- ba puesta como una prenda de vestir». César Villalobos asegura: «Yo no estaba en Panamá para esos tiempos… pero las críticas de prensa alabaron su tono de voz, su dinámica y su capacidad de improvisación». El paueblo paname- ño quedó prendado de esa primera vez. Nuevamente con ustedes: ¡Celia Cruz! Así es, mis estimados lectores, re- gresó. Esta vez, con el trovador Carlos Argentino, acompañado por la orquesta La Sonora Matancera. Hubo dos shows en el club nocturno Happy Land de 11 y media de la noche a 1 y media de la madrugada, el 15 de marzo de 1957. De otra visita nos informa Lineth O. del Cid T., en su escrito La reina Celia, un 19 de marzo de 1958 en la Feria de San José, en Chiriquí, donde se presentó también con la orquesta Sonora Matan- cera. Ana Matilde Icaza refiere que, en marzo de 1958, Gladys Moreno la re- cuerda en un espectáculo que dio en el gimnasio Neco de la Guardia para el ani- versario de la Guardia Nacional. «Eso fue un baile abierto a todo el público, y mi esposo, ni corto ni perezoso, se atre- vió a sacarla a bailar y ella aceptó muy cordialmente», dijo Moreno. Juan A. Aragón agrega otra visita en 1959, con su orquesta cubana antes mencionada, en el toldo Huevos de Al- tura, cerca de Barraza (en El Chorri- llo) frente a donde estaba ubicado el antiguo Teatro Hispano, para los carnavales. Le tocó al animador Víctor Martínez Blanco presentar a la Reina de la Guarachas en transmisión por Radio Musical. Estuvo acompa- ñada del cantante Caito, y se presentó además en el jardín Viña del Mar, y en Chitré en el jardín El Patio y en el toldo El Recreo. César Bermúdez, entrevistado por Ana Matilde Icaza, afirmó: «También viajó a Chitré, donde cantó en el toldo El Recreo. Este fue el último espectácu- lo que dio en Panamá junto a La Sonora Matancera». Una de las anécdotas más entra- ñables fue la relatada por Raúl Ortiz, quien poseía una superorquesta con su nombre: «Ella vino en total como siete veces y yo la acompañé como en cuatro ocasiones. Era la mejor guarachera del mundo y una mujer muy tranquila. El esposo no se despegaba de ella. Cada vez que ella venía, él me decía: “Raúl, yo sé que la orquesta es tuya, pero qui- siera yo mismo dirigir, porque ella va a cantar”, y como ese mismo día se iban yo se la cedía». Ese año 59 triunfó la revolución en su isla, y no había mayores problemas. El asunto es que culminó su trabajo con La Sonora Matancera —en 1965— y se unió al hombre orquesta y timbalero, Tito Puente. Es contratada para actuar con Ru- bén Blades, Willy Colón, Toby Muñoz y su orquesta, y la orquesta de Edgardo Quintero, en las llamadas bodas de alu- minio del Club Unión, décimo aniver- sario de la nueva sede de ese exclusivo club, exactamente el día 24 de agosto de 1979, desde las 9 de la noche. Otros nos comentan —no lo hemos verificado— que se presentó para el pueblo en el gimnasio Nuevo Panamá. En una entrevista, publicada en El Panamá América, entre otras cosas dijo sobre su trabajo con Willy Colón: «Ay, mira..., con Willie también me fue muy bien. Fue en 1977. Grabamos un LP que pegó bien, sobre todo en Panamá por el tema Zambúllete, ese que dice: “Zambúllete y ven pa’cá, ven conmigo a Panamá”». Así que algo de eso puede haber. Pasaron los años y, entrada la déca- da de los ochenta, Ricardo Gago y Ro- sita Abad son miembros de la Junta de Carnaval de 1986, y realizan la fiesta de escogencia de la reina, un precarnaval en octubre de 1985, y para esa actividad la actuación de Celia con Tito Puente fue memorable. Otro año, 1987, en medio de la cri- sis de la agresión político-económica estadounidense a nuestra patria, Celia visita Panamá para presentare y parti- cipar en homenaje entre amigos a Cheo Feliciano, en casa de Enrique Padrón. Ella se unió a esa fiesta-homenaje lue- go de su presentación en el Centro de