Periódico Casco Antiguo News EDICIÓN 21 · FEB - MAR · 2018 | Page 8
PERSONAJE
PA N A M Á
B enny M oré ,
guarachero del carnaval
Bartolomé Maximiliano Moré
Gutiérrez (1919-1963) sobrevivió su
niñez en distintos oficios antes de entrar
al mundo de la música.
Conocido como Benny Moré, apodado
El Bárbaro del Ritmo y El Sonero
Mayor de Cuba, fue un cantante y
compositor cubano.
C ésar del V asto
HISTORIADOR
M
iguel Matamoros le descubrió su veta artística
al humilde lustrador de calzados, cantando en
cafeterías con su portentosa voz, su genio la-
brado en las calles y barrios de la comunidad de Santa Isabel
de las Lajas y de La Habana.
Fue incorporado como cantante del lustroso Trío Ma-
tamoros, tuvo por primera vez un trabajo estable como in-
térprete, realizó sus primeras grabaciones en discos de 78
revoluciones y su primer viaje fuera de la isla: a México.
Terminaba la Segunda Guerra Mundial (1945) y estrenó
su canto en cabarets, radioemisoras y salas de baile, donde
la dignidad del músico no se afectara.
Al culminar el contrato, Miguel retornó a la isla y Bar-
tolo se quedó, pero antes cambio su nombre. Rafael Cueto,
uno de los integrantes del trío Matamoros, le recordó a Bar-
tolomé que en México, «a los burros los llaman Bartolo».
Miguel le dijo que tenía que cambiarse el nombre de Bar-
tolo, que era muy feo. «Con él no vas a ir a ninguna parte».
«Tiene usted razón», le contestó Bartolo, «desde hoy me lla-
maré Benny, sí, Benny Moré».
Durante 1946, hace dúo con el mexicano Lalo Montané,
el Dueto Fantasma, acompañados por la orquesta de este.
Firma con la disquera RCA Víctor, la cual le impone un
contrato de exclusividad, grabando con las agrupaciones de
Rafael de Paz, Mariano Mercerón, Arturo Núñez, Chucho
Rodríguez y Dámaso Pérez Prado.
Inicia el año 1947, él tiene veintiocho años y ya se lo
conoce en el Caribe, y gran parte del continente. Es contra-
tado en 1949 —según Raúl Martínez R.— para amenizar los
carnavales panameños, en compañía de Pérez Prado.
Dámaso Pérez Prado arribó a México a finales de 1948,
gracias a la invitación de Kiko Mendive, su paisano, quien
lo vinculó a Mariano Rivera Conde, que fue la pieza clave
para formar la orquesta de Pérez y grabar sus dos primeras
piezas, Qué rico mambo, y Macombe y José.
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