PERSONAJE
C ésar del V asto
E scritor · H istoriador
A
firma la leyenda que
abrió sus ojos a este
mundo en la aldea de
David, provincia de Chiriquí, un 7
de mayo de 1917.
Aprendió sus primeras letras y
dicen que se graduó en el Instituto
Nacional, entregándosele el diplo-
ma de bachiller en Ciencias y Le-
tras, pero no satisfecho con este,
dibujó con Roberto Lewis y Fran-
cisco Vallarino en la Escuela Nacio-
nal de Pintura.
«Roberto Lewis era un casca-
rrabias. Siempre estaba de mal hu-
mor. Y siempre también se las in-
geniaba para desanimar a los que él
consideraba que no tenían nada de
talento para quedarse con su grupo
de elegidos. Creo que él nunca con-
sideró que yo poseía talento. No me
incluyó dentro de su grupo y, como
si fuera poco, me trataba mal. Su
adoración era Ivaldi y recuerdo que
en el grupo se incluía a una mujer,
quien pintaba también, pero no re-
cuerdo su nombre», aseguró.
Se vinculó al semanario Mundo
Gráfico en los años treinta: «Por
mi primera caricatura, portada del
tabloide, me pagaron dos dólares».
Inquieto, prosigue estudios
de pintura y música en el Cooper
Union de Nueva York, en Estados
Unidos, y en el Juillard School of
Music de la misma ciudad, espe-
cializándose como tenor e interpre-
tando magníficos conciertos desde
1942. Pero otros afirman que luego
de un año abandona el canto, para
seguir las artes plásticas y se gana
la vida, mientras tanto, cantando en
varias iglesias.
Vivió casi una década en Nueva
York, donde realizó tres exposicio-
nes individuales a partir de 1947.
Viajero incansable, retorna a
Panamá, donde la crisis de la clase
oligárquica obliga a esta a imponer
un gobierno fuerte en la figura del
coronel José A. Remón Cantera,
quien gobierna el país desde 1952.
Lolo desde los diarios de la
familia Arias Madrid, primero El
Panamá América y luego La Hora,
trabaja haciendo caricaturas políti-
cas, geniales, contra los males de la
sociedad, criticando directamente
aquellos hechos más sonados.
Este trabajo no le hizo aban-
donar las artes plásticas. También
estudió grabado y litografía en Mu-
nich becado por el Gobierno de la
República Federal de Alemania
(1962). Expuso en París.
Tampoco dejó de activarse en
cuanto grupo cultural, intelectual, o
artístico se realizara en las ciudades
y provincias, pero dejando claro en
muchas ocasiones su compromiso
con la vida.
Sus caricaturas y artículos se
encuentran dispersos en los diarios
nacionales e internacionales, y des-
de los años noventa se le considera
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PA N A M Á
E udoro
Lolo Silvera
«F ue uno de los grandes pintores y caricaturistas de
P anamá . S u talento llegó a exponer en el extranjero .
E l país pierde a uno de sus grandes artistas », afirmó
el escritor G uillermo S ánchez B orbón , al conocer
del fallecimiento de L olo S ilvera a los 94 años ,
ocurrido el 26 de abril de 2010.
el padre de la caricatura nacional; en
su honor, cada 7 de mayo se celebra
el día de los caricaturistas del patio.
«Pienso retirarme, pero voy a se-
guir pintando y escribiendo. Voy a
seguir combatiendo todo lo que con-
sidero lesivo a nuestra unidad como
pueblo que tiene derecho a ser libre».
Adelantó que estaba en proceso de
editar un libro antes de morirse en el
que recolectara todas las caricaturas
que había publicado.
Silvera opinaba: «mi labor como
caricaturista es muchísimo más im-
portante que mi vida como pintor».
«Les voy a explicar por qué —
dijo Silvera—; uno puede dedicarse
al arte, pero el arte lo aleja de la reali-
dad del mundo porque es una especie
de escape, de terapia con la cual uno
combate el lado feo de la vida. Y eso
tiene menos méritos que enfrentarse
a las fuerzas que están tratando de
destruir a este país, a los militares, a
los políticos corruptos y coimeros. Y
yo he pasado la mayor parte de mi
vida en eso, y yo así sí reclamo algún
derecho como panameño».
Adriano Herrerabarría escribió:
«También destaca la crítica interna-
cional hecha a este pintor. “La crítica
del ‘New York Times’ y actual críti-
ca del ‘Newsweek Magazine’, Emi-
ly Genauer, ha comparado su pintura
con la de Picasso y Tamayo, señalan-
do algunas maneras comunes de pro-
ceder en los tres pintores, sin que ello
implique, dice ella, una imitación del
gran maestro malagueño».
La pintura de Silvera ha sido
favorablemente comentada por los
críticos del Paris Soir, Le Monde y
L’Humanitè, de París. El crítico es-
pañol Moreno Galván también co-
menta elogiosamente la pintura de
Silvera, a quien coloca en un lugar
prominente con Tamayo, Lam, Gua-
yasamín y otros, y advierte en un
artículo aparecido en la revista Goya
algunas influencias de la educación
musical de Silvera en la pintura.
En definitiva, este caricaturista,
artista plástico y escritor partió al
mundo de los inmortales, dejando
sus obras como legado a los paname-
ños y ciudadanos del mundo.
Publicó un libro: Cuentos en pri-
mera persona singular (Universidad
Tecnológica de Panamá, 2004), que
obtuvo la primera mención honorífi-
ca en el Premio Centroamericano de
Literatura “Rogelio Sinán” (2003-
2004). Y recibió otros premios: se-
gundo premio del Concurso Interna-
cional Sinfonía de París en Bogotá
(1950, pintura); primer premio del
mismo concurso en 1953; segun-
do premio (1955) y primer premio
(1957) del concurso de pintura Ri-
cardo Miró, de Panamá; segunda
mención honorífica, con su novela
inédita El doctor, en el Premio Cen-
troamericano de Literatura “Rogelio
Sinán” (2002-2003).