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Cedric y Barbara
Cedric con Mickey Rourke
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Cedric Adegknika, nativo del sur de Francia, de 44 años, me recibe con un pastís: un delicioso aperitivo de sabor anisado, típico de su lugar de origen, Aix-en-Provence. Incluso luego de 25 años de haber vivido lejos de Francia, todavía se puede escuchar su acento marsellés cuando habla. A pesar de que luzca más como un atleta que como un amante empedernido de la comida, Cedric tiene una larga historia con el catering. En sus comienzos, abandonó los estudios y, a los 18 años, abrió su primer restaurante, poco tiempo después de la muerte de su madre en un accidente de tránsito. A los 20, se mudó a Miami y se abrió paso en la vida nocturna. Así escaló de bartender a portero, a relacionista público y, luego, a gerente, hasta que logró abrir su primer local en 2012, llamado The Flat.
Fue aproximadamente en esa época cuando conoció a su esposa, Bárbara, pero no en una de las áreas vip de esta ciudad, en las que se podría encontrar a Matt Damon o Mike Tyson, sino durante unas vacaciones en Córcega. Se mudaron juntos a Costa Rica, un país al cual Cedric ha viajado durante más de 15 años a manera de escape de todo el caos de Miami. La pareja adquirió un espacio cerca de Sámara y comenzaron a construir un pequeño proyecto inmobiliario. Sin embargo, el cambio brusco desde la gran ciudad iluminada
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a la vida pueblerina y playera les resultó muy radical.
Cedric admite que « Estaba muerto de aburrimiento ». Por esa razón, comenzó a buscar nuevos retos. Así descubrió Ciudad de Panamá y el Casco Antiguo. « Panamá me recordaba un poco a Miami, pero con un toque de La Habana. Realicé mi investigación de mercado y me di cuenta de que había pocos restaurantes franceses verdaderos en la ciudad, y ninguno en el Casco. Este se parecía un poco al barrio francés de Nueva Orleans, así que tomé en cuenta la historia entre los dos lugares y pensé que sería un lugar genial para abrir un bistró ». Resultaba la combinación perfecta.
Adentro, tanto la decoración como la comida que sirven recuerdan un poco al ambiente de una típica brasserie( o‘ cervecería’) francesa. Sin embargo, Cedric insiste en que se llame bistró, ya que es un lugar un poco más informal que un restaurante, al cual se puede ir por unos tragos después del trabajo. Recientemente, Cedric ha comenzado a ofrecer cerveza de barril y algunos snacks, incluyendo la terrine de campagne casera, hecha con pepinillos y baguettes precocidas importadas de Francia. Pero esto no es todo, el plato estrella es el sole meunière: lenguado importado de España que llega congelado y se hornea con harina, aceite y mantequilla antes de que se corte y se sirva en la mesa acom-
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