Periodico Escolar Nuestra Voz nº40 - Edición Navidad Periodico Escolar DICIEMBRE 2019 | Page 6
Colegio de Educación Especial Nuestra Señora del Carmen - ASPRONTE
Nuestra Voz nº 40
LA RETÓRICA DE LO NUEVO
Solo hay una manera de empezar para los que
pretenden no equivocarse en sus deliberaciones:
saber de qué trata la deliberación; de lo
contrario, forzosamente, nos equivocaremos,
decía Sócrates.
Un error común en cualquier debate consiste
en polarizar el discurso entre los a favor y los
en contra, dejando los moderados como invencibles ganadores del
ficticio dilema. El moderado se define a sí mismo como a mitad de
camino entre dos opciones radicales. Su persuasión carece de
profundidad en el planteamiento y de fundamento en los hechos, opta
por apoyarse en lo que marcan las modas, lo políticamente correcto,
las apariencias. Baila a medio camino entre una postura y la otra, como
las hojas que se lleva el viento. Es demagogo, en la medida en que su
discurso apela a prejuicios, emociones, miedos o esperanzas, para
ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica.
Por eso cae bien, es simpático.
Desgraciadamente, el debate educativo no es ajeno al baile de la
retórica. Hablemos de la nueva educación y de todas sus hijas, las
nuevas metodologías. Últimamente, parece que todo vale, hasta
confundir fines con medios, para sacarse de encima las reminiscencias
de conductismo y de mecanicismo que arrastramos de un pasado no
demasiado lejano. Pero ¿cuáles de esas metodologías han pasado por
el filtro del rigor científico? Cuando hablamos de pedagogías
innovadoras, conviene dejarnos de bailes simpáticos y ceñirse a los
hechos educativo-científicos, pues todos tenemos derecho a nuestras
opiniones, pero no a nuestros hechos. Todos podemos confundir bueno
con nuevo, pero ese argumento no resiste a la prueba del tiempo,
porque todo lo nuevo deja, eventualmente, de serlo. No es cuestión de
estar en contra de todo, o de nunca estar en contra de nada, tan solo
se trata de pedir educadamente a la postura innovadora que
documente su hipótesis. Sino, forzosamente nos equivocaremos, como
decía Sócrates. Por lo tanto, la postura la más razonable es la de
reconocer que el peso de la prueba de demostrar el beneficio científico
descansa en el que usa o impone el uso de “lo nuevo”. Tan solo se trata
de aplicar el perenne, básico y sencillo principio de prudencia. Qué
menos, si además tratamos de niños.
Por Catherine L’Ecuyer
Publicado en la revista Magisterio, 28/09/16
Virginia Rodríguez Galloway (Directora)
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