Han dejado atrás el miedo por no saber leer y escribir, ahora están convencidos que aunque muchos adultos pretendían engañarlos, ellos desde el momento que ingresaron al colegio ya sabían hacerlo.
Lo demuestran en simples actividades como el escribir cuales son los integrantes de la familia que observan. Claro está; luego de haber hablado sobre cómo está conformada la suya, contarle a sus compañeros como es el nombre de cada uno de los integrantes, reconocer en la lista que hace la profe algunos grafemas y fonemas.“¡ porque sí que les gusta descubrir el sonido de las letras!” y porque no, también describir algunas,
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