Periodico Alfredo Iriarte AIPA LEER Edicion 58 - Elecciones | Page 12

12 COLEGIO ALFREDO IRIARTE INSTITUCION EDUCATIVA DISTRITAL RESOLUCION DE APROBACION DE ESTUDIOS 2497 AGOSTO 27 DE 2002 CODIGO DANE 11100127387. NIT 830036325-5 LOCALIDAD 18 RAFAEL URIBE URIBE AREA DE CIENCIAS SOCIALES J. T. GOBIEERNO ESCOLAR 2018 – TALLER DE SENSIBILIZACIÓN: NUESTRA DEMOCRACIA ESTÁ AMENAZADA “Dejar de luchar, por culpa de la corrupción que hay en tu alrededor, es como cortarte el cuello porque hay barro afuera” (Nicolae Lorga). Objetivo: propiciar un espacio de reflexión sobre la importancia de la democracia y sus riesgos. El expresidente Julio César Turbay Ayala, alguna vez dijo: “Tenemos que reducir la corrupción a sus justas proporciones”; pues parece que la élite gobernante colombiana considera que esta “justa proporción” consiste en que el pueblo viva en la pobreza y trabaje como esclavos para saciar su voraz ambición. Esta ambición sin límites está causando uno de los peores estados de corrupción y desigualdad en cuanto a la distribución de la riqueza que, unidos a la ignorancia política del pueblo, amenazan nuestra democracia: los primeros la debilitan y la segunda le roba su fuerza y fundamentos esenciales para fortalecerse. El diputado brasileño y Presidente del Parlamento Latinoamericano, Ney Lopes, considera que la “corrupción es uno de los mayores problemas que aqueja a las nuevas democracias tanto en América Latina como en gran parte del resto del mundo. Desde la perspectiva de los derechos humanos, la corrupción puede ser vista como uno de los mayores obstáculos en el cumplimiento de la obligación estatal de promover y proteger a los derechos humanos. Sistemas políticos corruptos niegan el derecho fundamental a la participación democrática. La corrupción en el sistema judicial no solo niega el derecho a la igualdad frente a la ley, sino a las mismas garantías judiciales declaradas por los instrumentos internacionales de derechos. La corrupción en las funciones públicas pone a riesgo el derecho a la vida, por ejemplo cuando se les niega asistencia médica a los enfermos o se permite la construcción de edificios o productos defectuosos y peligrosos. Claramente, la corrupción generalizada a niveles mayores roba a un país sus riquezas y lleva a graves violaciones de los derechos económicos, destruye economías y condena a la población al desempleo, al hambre, a la desprotección y a la desesperanza. Los políticos y empleados públicos corruptos no son sólo culpables de crímenes comunes sino de graves violaciones a los derechos humanos. La corrupción constituye uno de los grandes obstáculos al desarrollo de países como Colombia, al restarles condiciones potenciales para un mayor crecimiento económico…”