CUATRO PUERTAS, UN ESPÍRITU PARA CRECER EN EL AMOR
_La principal tarea de todo creyente es formar su espíritu en una dirección eficaz y sin contradicción, así como combatir aquella dificultad dominante en su carácter que le impide amar a Dios con todo su corazón y con toda su mente_
_En este Capítulo, San Francisco de Sales es el director espiritual de nuestra oración y, así como el Corazón de Dios ama a cada alma por un rasgo que la diferencia de todas las demás y que es especialmente bella a Sus Ojos pues lleva Su Sello en el que Dios se complace, por el mismo motivo y por la consecuencia del pecado, cada alma tiene una debilidad que se opone a seguir a Dios por la misma razón que es pecado y, por ello, se aleja de Dios, que es perfección suma_
_Lo que el ser humano debe entender es la necesidad que tiene de vivir perfeccionando su virtud para vencer su pecado, ya que predomina en nuestra naturaleza una fuerza de "desobediencia" que invita a todo ser a conducurse según su dominio y crear un ego fuerte que impide unirse a Dios por la oración; ese don que Dios puso en el alma para unirse a Él y tener Vida eterna_
_Edición 13 junio 2014
ISBN nº registrado.
Dice san Francisco de Sales:
"... los ojos, los oídos, la boca, son puertas del alma. Finalmente, su vida es una continua indigencia, porque, si una vez se sintiera satisfecho, no sería ardiente y, por lo tanto, dejaría de ser amor". (p. 387)
*TRATADO DEL AMOR DE DIOS