, pero con el matiz de que son el inicio de “saber”, “compañerismo”, “comunicación”, “sociabilización”
Y luego fueron adultos formaron parte de todo lo anterior pero por distintas circunstancias llegaron aquí. Y estamos juntos, transitando la posibilidad de que esa escolaridad inconclusa no sea solo una carga adolescente sino que sea un reciclaje de conocimientos en cualquier momento de sus vidas.
Las escuelas de adultos surgen en la segunda guerra mundial, impulsadas por la UNESCO, luego de algunos años lograron institucionalizarse. En la provincia de Santa Fe en el año 1974 bajo la gobernación del Dr. Silvestre Begnis nacen los espacios para la enseñanza de esta modalidad. La dictadura militar los transforma en bachilleratos. Luego la democracia le da las siglas EEMPA. Con objetivos claros: “la reinserción de aquella población que por distintos motivos no pudo concluir la secundaria en tiempo y forma”, a pesar de esto siempre existen distintas manifestaciones gubernamentales que ponen en duda su continuidad. Igualmente el aporte y la fuerza que los caracteriza sobrepasan las dudas y las desavenencias. El objetivo fue y es “superar las desigualdades sociales, favorecer la inclusión integral de personas sin título, de tal forma que estas carencias no sean impedimento en el desarrollo laboral y de relaciones sociales”
Sigamos por siempre manteniendo esta premisa de una educación permanente y la grandeza de una universalización de la educación.
Rosanna Pucci, profesora de Matemática