“La cultura” del paro docente fortalece la fuga hacia la gestión privada Con esta frase parece que luchar o reclamar que se cumplan los derechos constitucionales de salario justo y digno es una cultura perjudicial para la educación.
Es una “defensa” de los gobiernos para culpar a los trabajadores de las falencias del sistema educativo y una “excusa” para privatizar las escuelas y universidades. Justifican diciendo que las empresas privadas son buenas gestionadoras y por lo tanto los alumnos no pierden un día de clases.
El objetivo de las políticas privatistas es, particularmente, el desfinanciamiento de la educación pública y proveer de subsidios a las instituciones privadas, de corte empresarial.
La responsabilidad del Estado en relación a la educación pública fue considerada como responsabilidad principal e indelegable, responsabilidad que también es compartida por las familias y organizaciones sociales. Sin embargo, el estado es quien debe garantizar el funcionamiento pleno del sistema educativo para la ciudadanía, aunque muchas veces quede en la ley escrita y no se plasme en la realidad (cierre de programas, becas, cierre de puestos de trabajo limitando la posibilidad de asistir a clases, etc.).
Me preocupa que nos quede un país sin futuro, cerrando la puerta a la educación pública y por lo tanto imposibilitando de acceder a ella a los que menos tienen.
Aguirre-Leguiza (5º año)
Opinión