Pues lejos de ser una zona turística como tal, Parras conocida cotidianamente por la mayoría de los coahuilenses, es un lugar ideal para conocer, relajarse, aprender, pasar un rato agradable con la familia y deleitarse no solo con el vino de la mayor casa productora de la región la Casa Madero que desde 1598 anos después de su fundación se reconociera como la primer bodega vinícola de Latinoamérica. Su arquitectura, con muchos vestigios coloniales, adornan y transportan a los visitantes, los frondosos Nogales y los vinales son el conjunto perfecto para sentirse en un ambiente de tranquilidad y porque no decirlo “De Magia”.
Parras no solo representa la zona vinícola más productiva de la región. También sus iglesias como la de Santa María de Parras construida en 1648 de estilo neoclásico y donde se conserva el acta de fundación de la ciudad, La iglesia y Colegio de San Ignacio de Loyola donde su altar fue construido con polvo de oro, así como el colegio aun lado de la iglesia, contiene pinturas que datan del siglo XVII y el archivo Matheo con históricos documentos, otro lugar que no puedo dejar de mencionar es la Hacienda San Lorenzo fundada en el siglo XVI, ates primer bodega vinícola y ahora sede oficial de la casa Madero así como La Casa de Abuelo de una hermosa arquitectura porfiriana y la que fuera residencia oficial de don Francisco I Madero precursor y mártir de la revolución.