Ya en camino donde papa abuela, a papa Caperucita se le ocurrió la idea de ir al bosque antes de llegar a su destino, solamente quería conocer un poco el bosque. Caminó hasta llegar a la entrada del bosque y allí se detuvo, no parecía tenebroso, por lo contrario era tranquilo, bonito, iluminado, lleno de vida, flores, ardillas y ¿Un lobo?
- ¿Qué haces por aquí papa Caperucita?- Dijo el papa lobo. Papa Caperucita estaba temblando de miedo, sus papa piernas no respondían para huir y del susto había quedado muda, ¡no podía decir una palabra!.- ¿Qué traes ahí en esa canasta? ¿Puedo saberlo? No te preocupes, no soy un papa lobo malvado.- Estas últimas palabras tranquilizaron a papa Caperucita y notó que era cierto, el papa lobo no era malvado.
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