amor por la causa jacobita.
Cuando lleva a su gente a re-
caudar los impuestos, apro-
vecha para hacer doble caja,
recaudando a la vez para su
causa. Y es aquí donde se
vale de Jamie para sus
propósitos, enseñando su
maltrecha espalda para que
la gente de más dinero.
Aquí Jamie no tiene más re-
medio que tragarse su orgu-
llo. Está en las manos de
Dougal.
La oportunidad tan esperada
para Dougal le llega de la
mano de Claire. Él aprove-
cha que ella está entre la es-
pada y la pared en relación a
Randall para matar dos pája-
ros de un tiro: salvarla y anu-
lar las opciones de Jamie de
cara a ser el líder del clan.
¡Un buen golpe de efecto!
Aquí sí que Dougal emplea
su inteligencia. Se aprove-
cha de que ha visto que
Jamie mira de forma especial
a Claire y de que es muy
noble y no la dejaría despro-
tegida.
Con la boda de ambos
quiere eliminar a su rival , ya
que sabe o cree saber que
Colum no va a aceptar que el
líder del clan esté casado
con una inglesa.
Jamie sabe de todas estas
intrigas pero aún así lo tiene
en consideración porque son
familia.
Para Claire la cosa es dife-
rente. Ella no le va a tener
ninguna consideración. ¡No
le gusta su proceder y ya! En
el plano amoroso, Dougal ha
intentado algo con Claire y
ella lo ha rechazado. A me-
dida que pasa el tiempo, va
creciendo en Dougal el sen-
timiento de admiración por
Claire, y también su atrac-
ción sexual.
Eso queda patente la noche
de bodas, cuando Claire baja
por bebida y se encuentra
con él. Dougal llega un poco
más lejos y Claire vuelve a
rechazarlo. Por lo visto, él se
cree un buen semental,
quizás porque tiene cuatro
hijas y a Hamish. Además
menosprecia un poco a
Jamie porque él es inex-
perto, así que piensa que va
a dejar a Claire insatisfecha.
Pero va a ser que no. Jamie
se ha puesto manos a la
obra, y raudo y veloz ha so-
lucionado la papeleta diez
sobre diez. Un baño de agua
fría para Dougal.
Y así va transcurriendo el
tiempo, hasta que Colum se
entera de la relación de Dou-
gal con Geillis. Eso no le
gusta nada Y lo manda para
su casa. Lo peor de todo es
que también manda a Jamie,
dejando sola y desprotegida
a Claire.
Cuando Jamie consigue res-
catarla y vuelven a La-
llybroch, todo parece ir como
debería haber sido desde un
principio, pero Jamie es
apresado y llevado a Went-
worth.
Y aquí vuelve a aparecer
Dougal con su sentido
práctico para aprovechar las
oportunidades. Atrae a Claire
hasta donde él está y le pro-
pone olvidarse de Jamie y
casarse con él. Pero Claire
es mucha Claire, y consigue
que le deje hablar con los
hombres e intentar salvar a
Jamie. Śi no lo consigue, se
casará con él a pesar de
haber descubierto que Dou-
gal va detrás de Lallybroch.
Después de lo de Wentworth
Dougal
desaparece
un
tiempo para volver a reapa-
recer cuando se reúnen para
luchar al lado de Carlos Es-
tuardo.
Pero Jamie ya no está bajo
la tutela del clan Mackenzie.
Ahora se presenta como
señor de Broch Tuarach,
como Fraser, su propio clan,
así que ya no va a dejar que
nadie se le imponga, mucho
menos Dougal.
Entonces Dougal tiene “la
brillante idea “de buscar a
Claire para que le apoye
¡gran error! Obviamente
Claire no está por la labor y
además le dice que es un
narcisista que sólo se quiere
a si mismo. Eso a él le duele
y dice que quizás tenga
razón pero que ante todo
quiere más a la causa jaco-
bita.
Dougal desea tanto buscar el
favor de Carlos que está dis-
puesto a mandar a luchar a
un puñado de hombres que
no tienen ni idea de guerra,
pero Jamie lo frena.
Cuando por fin se encuen-
tran con el príncipe, por unos
momentos parece que Dou-
gal ha conseguido caer en
gracia a Carlos. Pero nueva-
mente su carácter impulsivo
después de la batalla de
Prestonpans, le juega una
mala pasada.
Unas palabras dichas a des-
tiempo, regadas con cierta
agresividad, hacen que caiga
en desgracia ante los ojos de
Carlos Estuardo. Pero la no-
bleza de Jamie le salva del
olvido y destierro al que Car-
los le iba a mandar.
Y llega el momento culmi-
nante del momento entre
Colum moribundo y Dougal.
En ese encuentro com-
prende Dougal que todo lo
que ha intentado para que
Jamie no pudiera ser líder ha
naufragado.
Colum ha decidido que mien-
tras su hijo sea pequeño, sea
Jamie el que lidere el clan.
Dougal no entiende por qué
no puede ser él si es su her-
mano. Si se ha estado pre-
parando par a ello durante
muchos años. Si además es
el padre biológico de Ha-
mish.
Pero Colum ve más allá de
todas esas cuestiones. Él
quiere a Jamie porque sabe
que si llegara el momento de
escoger entre la causa jaco-
bita y la protección del clan,
Jamie escogería lo segundo.
Lo último que conocemos de
Dougal es cuando descubre
lo que Claire quiere hacer
con Carlos. Entonces se
ofusca totalmente y se en-
frasca en una lucha a muerte
con su sobrino. Ese es el
final de una vida llena de al-
tibajos y plagada de luchas
internas en su mente.
Dougal MacKenzie, tras esa
fachada de hombre orgu-
lloso, de guía de sus hom-
bres, de seguridad en sí
mismo, esconde un alma
atormentada. Sus ansias de
poder estaban por encima de
todo. Para él el poder era
más importante que las per-
sonas y que sus sentimien-
tos hacia ellas.
Siempre anheló ese poder, y
ese deseo le cegó el enten-
dimiento. Un verdadero líder
es aquel que sabe delegar.
Aquél que sabe escuchar. El
que tiene en cuenta las opi-
niones y se preocupa por el
bienestar de su grupo.
El rencor hacia su hermano,
dio forma a su carácter. Dou-
gal se dejó cegar por la am-
bición de que su figura se
viera relacionada con Carlos
Estuardo y así tener un lugar
destacado en su reino
puesto que no dudó ni por un
instante en que los jacobitas
volverían a tener el poder y
supedito todo lo demás a
eso. Y cuando se dio cuenta
de que su propio sobrino iba
a “traicionar” esa causa, le
quiso poner fin. Ni siquiera
formó parte de la última ba-
talla. Triste fin para un hom-
bre que lo sacrificó todo por
una causa perdida.
OUTLANDER MAGAZINE 53