We must first recognise the environmental wealth
that the Natural Parks of “Los Alcornocales” and
“The Straits” generates (II Sustainable Development
Plan, 2018). To that we must also add the cultural
contribution left behind by man’s first artistic expressions,
where they took advantage of natural resources
found in the forests, mountains and rivers of the
region’s interior areas, as well as the maritime resources
found in its seas and on its beaches, giving
our lands special value.
The proximity to Africa and the narrow stretch
that exists between the two continents opens up
the possibility that during the last ice age, at a time
when sea levels were much lower than today, the
distance to travel between the two continents would
have been much shorter, posing the hypothesis that
man’s arrival on this continent was via this passage.
The first known prehistoric art found in the area
comes from the Palaeolithic period, and was first
reported almost a century ago by H. Breuil and M.C.
Burkitt in their book “Rock paintings of Southern Andalusía.
A description of a Neolithic and Copper age
art group”, Clarendon Press, Oxford University, 1929.
It was not until a few decades ago that more were
discovered, such as the Paleolithic motifs in the Motilla
cave, 1990 (Jerez de la Frontera), and in 1994
the discovery by Lothar Bergmann of engraved motifs
of Equidae in the Cueva del Moro (Tarifa). Rock
art in the southern tip of the Iberian Peninsula was
once again relaunched, marking a before and after
of Palaeolithic rock art in our area. Starting with a
series of discoveries, which even now are considered
of great scientific value, of new and surprising
motifs in the area, such as those found in the Cueva
de las Estrellas (S. Blanco, 2014) of original negative
hand stencils. And several years later in 2018, Hugo
A. Mira and Salvador Escalona, found five negative
airbrushed hand motifs in the cave of Las Palomas
IV, bestowing our region with four of the fourteen
enclaves that exist in Spain with this type of art (Ardales,
Estrella, Palomas IV and Gorham).
Palaeolithic rock art was made using two different
techniques, engravings made by carving, abrading,
or picking using stone or bone utensils and those
made with painting techniques, using pigments
comprised of a mixture of iron oxide, manganese,
etc., together with a binding element such as, water,
Partiendo de la riqueza medio ambiental que generan
nuestros Parques Naturales “Los Alcornocales”
y del “Estrecho” (II Plan de Desarrollo Sostenible,
2018), a la cual tenemos que sumar el aporte cultural,
que en ellos nos dejó el hombre, en sus primeras
manifestaciones artísticas, aportando un valor especial
a nuestra tierra, aprovechando sus recursos
naturales, que se encuentran en el interior, con sus
bosques, sierras y ríos, o los marítimos en sus mares
y playas.
La proximidad con África y el estrecho paso que
existe entre los dos continentes, abre la posibilidad
de que durante la última glaciación, al encontrarse
el nivel del mar mucho más bajo, que en la actualidad,
lo cual reduciría la distancia a recorrer entre los
dos puntos. Planteándonos la hipótesis de la entrada
del hombre hacia nuestro continente por este pasó.
La primeras grafias conocidas en la zona, pertenecen
al periodo paleolítico, publicadas hace ya casi
un siglo por H. Breuil y M.C. Burkitt en su libro “Rock
paintings of Southern Andalusía. A description of a
Neolithic and Copper age art group”, Clarendon Pres,
Oxford University, 1929., no siendo hasta hace varias
décadas, que empezaron de nuevo los descubrimientos,
como los motivos paleolíticos en la cueva de
la Motilla, 1990 (Jerez de la Frontera), en 1994 el
hallazgo por Lothar Bergmann de motivos grabados
de équidos en la cueva del Moro (Tarifa). Relanzaron
de nuevo el arte rupestre en el extremo sur de la
Península Ibérica, y marcando un antes y un después
en el arte rupestre paleolítico de nuestra zona. Empezando
con una serie de descubrimientos, con un
gran valor a nivel científico, incluso en estos últimos
años, la aparición de nuevos motivos inesperados
en la zona, como los de la cueva de las Estrellas (S.
Blanco, 2014), primeras manos en negativo, y varios
años después en 2018 Hugo A. Mira y Salvador Escalona,
hallan en la cueva de las Palomas IV, cinco
motivos de manos aerografiadas en negativo, posicionando
a nuestra región con cuatro enclaves (Ardales,
Estrella, Palomas IV y Gorahm) de los catorce
que existen en España con este tipo de grafias.
El arte rupestre paleolítico se realiza mediante
dos técnicas de ejecución diferentes, los grabados
realizados por incisión, abrasión o piqueteado, utilizando
utensilios de piedra o hueso. Y los realizados
mediante técnicas pictóricas, utilizando pigmentos
44 OTWO 14 / SEPTEMBER 2020