OTWO Magazine September 2019 | Page 70

Descubierto en la bahía el único híbrido de delfín La existencia de especímenes híbridos entre distin- tas especies no es ya una anomalía de la naturaleza. El pasado año, se descubrieron varias hibridaciones de mamíferos marinos fuera del cautiverio. El emparejamiento y cópula entre mamíferos mari- nos es con toda probabilidad, mucho más común de lo que podemos conocer, porque es más complicado de detectar y observar, si lo comparamos con los casos de otros grupos de animales y plantas. Uno de estos descubrimientos se ha llevado a cabo aquí mismo, en la bahía de Gibraltar. Un caso único de hibridación intergenérica entre un delfín nariz de botella hembra y un delfín común de pico corto, ve- rificado en estas aguas. Ha habido otros casos ratificados de cruces del del- fín nariz de botella en todo el mundo pero este, es el primer ejemplo de hibridación entre estos dos géne- ros, descubiertos en la naturaleza. Rocío Espada es bióloga marina ubicada en la co- marca del Campo de Gibraltar y realiza sus inves- 68 tigaciones a bordo de los catamaranes Dolphin Adventure. A principios de este año, Espada junto con otros investigadores y en colaboración con la Universidad de Sevilla, han publicado sus hallazgos. La bahía se considera un lugar de reproducción y ali- mentación para una significativa población de del- fines comunes de pico corto. En esta misma área, también se encuentran delfines nariz de botella y ra- yas, pero se ven con menos frecuencia. Los delfines rayados ocasionalmente se mezclan con los delfines comunes, mientras por el contrario, los delfines nariz de botella y los delfines comunes por lo general no interactúan, sino que tienden a evitarse entre sí. A pesar de ello, la historia de este delfín nariz de botella e híbrido común comenzó con un delfín nariz de botella hembra, conocido como Billie. Billie era bien conocido entre los biólogos marinos locales que venían observándola durante una década mientras interactuaba con grupos de delfines comu- nes. Antes de 2016, también fue estudiada ayudan- OTWO 02 / SEPTEMBER 2019 do a partos comunes de delfines y, en tres ocasiones, llevando a los recién nacidos a la superficie. El 11 de agosto de 2016, esta hembra “Billie” pudo ser contemplada, mientras levantaba y empujaba una cría recién nacida hacia la superficie. En ese ins- tante, no había ningún otro ejemplar. Las fotografías realizadas y los análisis de la observación de años, permitieron las comparaciones correspondientes y la conclusión de que la cría pertenecía a Billie. No solo eso, con toda probabilidad, se trataba de un híbrido. Tras este hallazgo, único, la bióloga Rocío Espada, comenzó a recopilar datos según patrón estándar como fechas, hora y ubicaciones de cada avista- miento. Estos apuntes han sido recogidos durante diez meses, con la pareja vigilada casi a diario. De los trescientos cincuenta y cinco avistamientos, durante ciento cuatro de ellos, fueron observados dentro de grupos de crías de delfines comunes. Se examinaron las características de los delfines jó- venes y descubrieron que tanto la robustez de su corpulencia como la longitud, eran similares a delfín nariz de botella. En cambio, sus rayas laterales, su coloración y los patrones entrecruzados, eran carac- terísticas de los delfines comunes. Los investigadores, también estudiaron a la pareja para concretar detalles sobre su relación, monito- rizando sus interacciones. Observaron como Billie exhibía comportamientos continuos de crianza y paternidad, a la vez que mantenía un contacto cerca- no con la cría. También observaron que la pareja se frotaba y se perseguía, signos típicos del comporta- miento entre madre y retoño. Se consideró la posibilidad de tomar muestras de ADN del pequeño, pero no se llevaron a cabo, al considerarse un riesgo que podría poner en peligro la salud de la cría. Una vez recopilados todos los datos de sus hallaz- gos, los investigadores llegaron a la conclusión de que se trataba de un híbrido de delfín común de pico corto y un delfín nariz de botella. Un caso único, nunca antes observado en la naturaleza. Lamentablemente, desde junio de 2017, no ha vuelto a observarse al animal por el equipo que lo venía siguien- do, llevando a pensar a los investigadores que el animal no esté vivo ya, considerando cómo de singulares son los híbridos de mamíferos marinos en la naturaleza. OTWO 02 / SEPTEMBER 2019 En los últimos años, ha habido algunos otros descu- brimientos en otras partes del mundo. En 2017, justo frente a la costa de la isla de Kauai, se contempló otro híbrido único: un cruce entre una ballena con cabeza de melón y un delfín de dientes ásperos. Este híbrido masculino tenía una capa dorsal que combinaba con la de la ballena con cabeza de me- lón y el patrón de color manchado de un delfín de dientes ásperos. Las muestras de ADN confirmaron que su madre era una ballena con cabeza de melón, concluyendo que el padre de los híbridos era un delfín de dientes ás- peros. Fue nominado con el apodo de Wholphin, errónea- mente. Sin embargo, como las ballenas con cabeza de melón son de hecho un miembro de la familia de los delfines, este divertido nombre es, bastante en- gañoso. El pasado año, los científicos corroboraron la exis- tencia de un híbrido único entre un narval y una beluga, que tuvo lugar hace más de treinta años. A finales de los años 80, un cazador Inuit mató a tres de estos posibles híbridos, sin saber que se trataba de ellos. Tenían aletas similares a una ballena belu- ga mientras sus colas eran las de un narval. No eran ni blancos ni moteados, sino completamente grises. Conservó un cráneo, que en 1990 fue examinado por un científico en Copenhague, que planteó la presunción de que se trataba de un híbrido narval/ beluga. Gracias a los análisis de ADN realizado por la Universidad de Dinamarca, en 2018 se ha podi- do confirmar la hipótesis propuesta siendo apodado como Narluga. El caso de Billie y el hallazgo de su cría híbrida aquí en la bahía, resalta una vez más la magnífica diver- sidad ecológica con la que contamos en el Estrecho de Gibraltar. Un espacio que tiene mucho que ofrecer pero que , dada su saturación bien por los pescado- res bien por la navegación y transportes, preocupa la gran amenaza que suponen cada uno de ellos para los delfines y otros mamíferos de este Parque Natu- ral del Estrecho Reserva de la Biosfera. Investigadores y conservadores, no cesan en solici- tar una mejor educación ambiental y una mayor pro- tección para los mamíferos marinos que residen en estas aguas. 69