OTWO Magazine October 2019 | Page 42

La Noche del Camaleón Cae la noche en la Bahía de Cádiz. Los fangos, que hasta el momento parecían moverse de tanta vida como sustentan, parecen dormir. Las numerosas aves que caracterizan a este espacio han volado en su mayoría en busca de un lugar para descansar hasta la próxima salida del sol. Parece que la naturaleza se ha desconectado. Pero nada más lejos de la realidad. Entre las ramas de pinos, lentiscos y retamas que ocupan el bosque litoral algo se mueve. Un fantasma que con sus pa- sos lentos pero seguros se oculta del ojo más entre- nado. Dispone de mecanismos que la evolución le ha otorgado tras miles o millones de años de prue- bas y errores: cambios de color, paciencia infinita. Se trata del camaleón común (Chamaeleo cha- maeleon L.), el único de la familia Chamaeleonidae presente en Europa. Lo podríamos ver, si esto fuera fácil, entre Almería y Huelva en todas las provincias litorales andaluzas y, ya en Portugal, en la localidad de Faro. La Bahía de Cádiz tiene el privilegio de ser un espacio con importantes poblaciones de este misterioso reptil. Atlántida Medio Ambiente desarrolla desde hace varios años una interesante actividad para mejorar 40 OTWO 03 / OCTOBER 2019 OTWO 03 / OCTOBER 2019 el conocimiento de este animal entre la población del entorno. Siguiendo los pasos de los zoólogos que elaboran los censos de camaleón en toda Andalucía, se organizan grupos de personas para la observación nocturna y la toma de datos de cada ejemplar. La ex- pectación está asegurada desde el primer momento. El lugar elegido para esa actividad es un espacio privilegiado, el Jardín Botánico San Fernando. Entre los meses de julio y agosto, y ya al caer la noche, los participantes iluminan cada rincón de la vege- tación hasta dar con los camaleones. Estos, al ser descubiertos, parecen disfrutar de ser el centro del espectáculo. Con el debido control del personal de Atlántida Medio Ambiente, los participantes descu- bren sus secretos: su ojos independientes el uno del otro, sus dedos soldados y organizados a modo de pinzas, su cola prensil que usa como una quinta pata y lo más espectacular, el cambio de color según su estado de ánimo. Tras la experiencia, cada animal es devuelto a su rama. El objetivo está conseguido. Un grupo de personas ven ahora a este animal con otros ojos y sin duda serán nuevos colaboradores para su conservación. 41