Migration Affairs - in cooperation with the Asso-
ciation of Friends of the Jewish Museum - fund to
bring Jewish people with Moroccan heritage back to
discover their roots, meet government and religious
leaders, and encourage local investment.
The High Atlas Foundation interns were invited to
attend a shabbat dinner during the program for these
Moroccan-Jews, and it was at that dinner that my
observations were confirmed. I met a woman who
has grown up in France, but her parents were from
Agadir, Morocco. This was the first time she traver-
sed the site of her great-great-grandparents’ graves
and engaged with her heritage. We got to talking
about religious coexistence and respect. She put it
quite simply—“in Morocco, Jews and Muslims are
first Moroccan. They live well together because their
identity is placed in the fact that they are neighbors.”
She told me she believed that allegiance should be
first to one’s country and then to religion, at least in
how it is outwardly expressed. We both agreed that
country needs to be respected…humanity needs to
be respected.
Pluralism is a framework written into Morocco’s
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ción y de los súbditos marroquíes que viven en el
extranjero, y la Asociación de Amigos del Museo
Judío, que financia el viaje de los judíos con lega-
do marroquí para descubrir sus raíces, reunirse con
miembros del gobierno y autoridades religiosas,
alentando la inversión local.
Los anfitriones de la Fundación High Atlas, fue-
ron invitados a una cena shabat durante el progra-
ma y en esa cena donde pude confirmar mis obser-
vaciones. Conocí a una mujer que creció en Francia,
pero sus padres eran de Agadir -Marruecos-. Era la
primera ocasión en la que visitaba las tumbas de
sus tatarabuelos y se comprometió con su legado.
Hablamos de convivencia religiosa y respeto. Lo
explicaba así: “en Marruecos, los judíos y los mu-
sulmanes son los primeros marroquíes. Conviven,
porque su respeto se basa en el hecho de que son
vecinos”. Me dijo que creía que la lealtad debe-
ría primero, al país propio y luego, a la religión,
como mínimo en la respuesta que externalizamos.
Acordamos que el país necesita ser respetado. La
humanidad, necesita ser respetada.
El pluralismo es un marco de referencia en la le-
OTWO 03 / OCTOBER 2019
foundational documents. Development requires all
parties, faiths, and populations of Morocco. I have
seen this visiting a women’s cooperative where
dialogue and decision making are priorities. I have
seen this in visiting the grave of a venerated Jewish
saint, guarded by a Muslim. I have seen this in the
logistical processes that allow for the purchasing of
carbon credits and maintenance of olive, walnut, and
carob farms.
In 2008, King Mohammed VI announced a vision
for Morocco in which “culture serves as a driving for-
ce for development as well as a bridge for dialogue.”
Moroccans are stepping up to the plate, imagining
and wrestling to manifest this vision. The country’s
potential should serve as an example. But we must
not forget that there are villages still plagued by
diarrhea, girls not in school, and trees left uplanted.
These examples remind us that although potential is
not lacking, resources are forever necessary. Volun-
teers should never back down in fear of not doing
enough. Passion for understanding others, learning
a new language, or living immersed in a beautiful
expression of religion should be motivation to bring
you to Morocco. Finding or supporting organizations
like the High Atlas Foundation is integral to this vision.
My spiritual explanation to “Why Morocco?” has
come to rest in my hope for this pluralistic and co-
llaborative future of development. Creating coopera-
tives, living together, and working toward a common
goal or vision is very “Moroccan.” But it is also very
“human.” I wonder how life would look if other coun-
tries began to call for pluralistic-driven development
in their constitutions, laws, policies, and institutions?
OTWO 03 / OCTOBER 2019
gislación fundacional de Marruecos. Su desarrollo,
requiere de todos los grupos, religiones y poblaciones
del país. He visto en esta visita que la prioridad de
una cooperativa de mujeres es el diálogo en la toma
de decisiones. También, al visitar la tumba de un ve-
nerado santo judío, custodiado por un musulmán. Lo
he presenciado en la compra de créditos de carbón y
en el mantenimiento de granjas de olivos, nogales y
algarrobos.
En 2008, el rey Mohammed VI anunció un proyec-
to para Marruecos donde, “la cultura será el impulso
para el desarrollo y el puente para el diálogo”. Los
marroquíes están intensificando las bases, luchando
para que esta opción sea primordial. El potencial del
país debería servir de ejemplo, sin olvidar que aún
hay aldeas plagadas de diarreas, niñas que no asis-
ten a la escuela y árboles plantados. Ejemplos que
ponen de manifiesto que, aunque no falta potencial,
los recursos son necesarios. El temor a que los actos
no sean suficientes, no deben hacer retroceder a los
voluntarios. Entender otras culturas, aprender un idio-
ma, sumergirse en una expresión religiosa, debería
ser más que una motivación para llevarte a Marrue-
cos. Apoyar organizaciones como la Fundación High
Atlas es parte integrante de esta inmersión.
Mi explicación espiritual a “¿Por qué Marruecos?”,
me llena de esperanza para un futuro lleno de cola-
boración y desarrollo plural. Crear cooperativas, vi-
vir juntos y trabajar hacia una meta común es muy
“marroquí” y muy “humano”. Me pregunto, ¿cómo
sería la vida si otros países exigieran en sus consti-
tuciones, leyes, políticas e instituciones un desarrollo
basado en la pluralidad ?
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