OTWO Magazine May 2020 | Page 30

“Unlike television, nature does not steal time; it am- plifies it.” These are the words of Richard Louv, taken from his book ‘Last Child in the Woods’, in which he addresses in depth the need to reconnect human life with nature, especially children and young people. As Louv states, for the new generations in western countries, nature is more of an abstraction than a reality. Paradoxically, the era of increased environ- mental awareness is also the era of increased sepa- ration from nature, with daily experiences with our natural environment decreasing. The consequences of urban life The separation between people and the natural world is not just increasing in Western societies but also throughout the world, mainly due to the wides- pread movement of populations from rural areas to cities, which has accelerated in recent decades resul- ting in the highest ever growth rates of urban popula- tions. According to data from the United Nations, 55% of people currently live in cities and that percentage is expected to reach 68% by 2050. While the Americas and Europe already exceed these projections, with more than 80% living in urban areas in the American continent and 74% in Europe, the growth of cities is currently concentrated in Asia and Africa, where rural populations are still dominant. This rapid urban grow- th is generally of a poorer standard, with a significant deterioration in the environmental, social, and econo- mic conditions of the population. This widespread disconnection from nature is an unprecedented event in the history of mankind and undoubtedly has consequences on the well-being and health of human beings. Life in cities, either due to their environmental qualities or the way of life that develops within them, generates substantial impacts on human health, where at least two exam- ples can be described as global epidemics. Accor- ding to data from the World Health Organization, air pollution causes 4.2 million premature deaths a year. In Europe, the European Environment Agency esti- mates that the population’s exposure to pollutants such as fine particles, nitrogen dioxide and ozone causes almost half a million premature deaths per year —33,000 in Spain. The effects are especially significant in children, in whom there is a dramatic increase in hospital emergencies due to respiratory infections that coincide with spikes in air pollution. 28 «A diferencia de la televisión, la naturaleza no roba tiempo, lo amplifica». Son palabras de Richard Louv, extraídas de su ensayo Los últimos niños en el bos- que, en el que aborda en profundidad la necesidad de reconectar la vida humana con la naturaleza, es- pecialmente de niños y jóvenes. Como expone Louv, para las nuevas generaciones en los países occiden- tales, la naturaleza es más una abstracción que una realidad. Paradójicamente, el momento histórico con una mayor conciencia ambiental es también el momento histórico con una mayor separación de la naturaleza, con una menor experiencia cotidiana con nuestro entorno natural. Consecuencias de la vida urbana Pero la separación entre las personas y el mundo natural es cada vez mayor en todo el mundo, no solo en las sociedades occidentales, debido fundamen- talmente a un proceso generalizado, y acelerado en las últimas décadas, de desplazamiento de la pobla- ción desde las zonas rurales hacia las ciudades y a la mayor tasa de crecimiento de la población urbana. Según datos de Naciones Unidas, el 55% de las per- sonas vive actualmente en ciudades y se prevé que ese porcentaje alcance un 68% en 2050. Aunque el Continente Americano, con más de un 80% de po- blación urbana, y Europa, con un 74%, superan ya ampliamente esa proporción, el crecimiento de las ciudades se concentra actualmente en Asia y África, donde la población rural es aún dominante. Estos rá- pidos crecimientos urbanos presentan por lo general una escasa calidad, con un deterioro notable de las condiciones ambientales, sociales y económicas de la población. Esta desconexión generalizada de la naturaleza es un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad y tiene sin duda consecuencias en el bienestar y la salud de los seres humanos. La vida en las ciudades, ya sea por la calidad ambiental de estas o por el modo de vida que se desarrolla en ellas, genera por sí misma impactos importantes en la salud humana, que al menos en dos casos pueden calificarse de epidemias globales. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la contaminación del aire provoca 4,2 millones de muertes prematuras al año. También en Europa, donde la Agencia Euro- pea de Medio Ambiente estima que la exposición de la población a contaminantes como partículas finas, OTWO 10 / MAY 2020 OTWO 10 / MAY 2020 29