OTWO Magazine March 2020 | Page 86

esfuerzos de la comunidad para ampliar el cultivo, estabilizar las fluctuaciones de ingresos y sostener a los apiarios y rebaños locales. Una solución que él y otros han encontrado para este problema, ha sido construir presas y canales para desviar el agua de los ríos a sus campos. También explicaba que, du- rante un año seco, los agricultores deberían plantar alimentos básicos más resistentes a la sequía como la cebada y el maíz, incluso cuando estos cultivos no proporcionan suficientes ingresos de autosufi- ciencia.  Del mismo modo, otro agricultor llamado Hasan relató que, tras una inundación en 2008, los almen- dros han estado muriendo en la región. A causa de ello, los agricultores buscan variedades de árboles más resistentes al medio ambiente que florecerán en la siguiente estación, durante un tiempo de ma- yores lluvias. En otro orden de cosas, Hasan desta- có que la falta de formación agrícola fundamental también ha sido responsable de la disminución de los rendimientos del campo. Cree que estas prácti- cas agrícolas, en las que las personas plantan sus árboles y los dejan al libre albedrío, son una conse- cuencia de esta educación deficiente. 84 A mediodía, después de que todos los agriculto- res tenías sus árboles asignados, entramos en un debate sobre los deseos y necesidades de la comu- nidad para el futuro. En esta conversación, aprendi- mos que los agricultores rurales marroquíes luchan a menudo por encontrar el mercado propio “ade- cuado” a sus productos, tratando de ganar dinero suficiente, aunque esto precise de años. La mayoría de sus cultivos se exportan vírgenes a países euro- peos, para ser procesados y vendidos a precios altos en beneficio de las grandes corporaciones, en lugar de para sus productores originales. Los marroquíes quieren acceder al mercado orgá- nico internacional, pero rara vez pueden al carecer de recursos adecuados para plantar, cultivar, cose- char, procesar y distribuir sus productos de manera eficaz. Algunos agricultores han asumido por dere- cho este duro reto, gestionando con éxito la cade- na de valor en sí misma “desde la semilla hasta la venta”. En este sentido, algunos en Gourrama han logrado ganancias moderadas procesando aceitunas locales en aceite de oliva. Más allá de esto, el debate en grupo planteó dos cuestiones finales: la falta de escuelas y formación OTWO 08 / MARCH 2020 para los niños pequeños y el elevado desempleo ru- ral. El empleo fuera del ámbito de la agricultura es difícil de encontrar en esta zona, y los únicos pues- tos de trabajo ocasionales disponibles son la gana- dería y la apicultura. Posteriormente, constatamos que HAF seguirá siendo parte de todo su proceso de desarrollo, des- de la distribución de semillas hasta la certificación, procesamiento y venta de productos, asistidos por el programa USAID Farmer-to-Farmer. Para concluir, llevamos a cabo una simbólica plantación de árbo- les, abonando los brotes, recién enterrados, con la práctica tradicional de esparcir cenizas en el suelo para entregar nutrientes vitales a las raíces de los árboles.  Después de un retardado almuerzo típico marro- quí, viajamos a una granja comunitaria de veinte hectáreas en una inmensa llanura bordeada por montañas bajas y onduladas. Parecía imposible, con el viento azotando nuestras ligeras chaquetas y arañando de forma brusca nuestras enrojecidas mejillas, que cualquier cosa pudiese florecer entre tanta inclemencia. Sin embargo, aprendimos, que ante tanta adversidad y perseverancia como la que OTWO 08 / MARCH 2020 habíamos visto a lo largo de nuestra visita, era el te- jido y la esencia del lugar. Este proyecto fue creado por la cooperativa agrícola local con una subvención de tierras del gobierno, proporcionando empleos a personas desempleadas que carecen de perspecti- vas profesionales viables, impidiendo que sucumban a la marea de la emigración rural. El ingenio frente a las dificultades es eje común dentro de esta comunidad y otros miles de perso- nas en las montañas del Alto y Medio Atlas. El cambio climático es sólo el último desafío al que se enfrentan. A menudo, las personas retoman sus tradiciones cuando se encuentran con proble- mas actuales. Durante nuestro último día en Gou- rrama, nos encontramos con una pequeña planta de procesamiento de maíz independiente, donde la energía hidroeléctrica se utiliza para convertir el grano en harina. Esta práctica autosostenible generacional ha dado años de ganancias para la comunidad. Su diseño industrial y la infinidad de ejemplos antes mencionados, sirven para recor- darnos que, a pesar de un mundo en constante cambio, aquellos que trabajan en la fusión con su entorno, obtendrán recompensa. 85