OTWO Magazine March 2020 | Page 64

El Proyecto de Investigación y Exploración Subterránea Este Proyecto fue puesto en marcha a finales de la década de los setenta del siglo pasado, coordinado por un grupo de espeleólogos que se implicaron en el equipo de investigación de la Sierra de la Utrera. Este proyecto está coordinado por el Grupo de Ex- ploraciones Subterráneas de Casares teniendo como principal objetivo la prospección, exploración y ca- talogación de cavidades; estas actividades espeleo- lógicas nutren de información al equipo de investi- gación científica de las localizaciones arqueológicas subterráneas o en superficie que se van localizando en la Sierra. Actualmente el catalogo de cavidades del Torcal de Casares-Karst de la Utrera presenta noventa y dos cavidades, de las cuales veintidós presentan ya- cimientos arqueológicos. Entre las más importantes de la Sierra se encuentran la Cueva del Tambor, el Pozo Ixodes, La Cueva del Gran Duque, el Sistema Subterráneo de las Hediondas (Simas Hedionda 2 y 4) y la Sima Hedionda 3, una de las diez grandes cavidades de Andalucía, con 3,5 kms de desarrollo. Algo de Historia Entre los hallazgos arqueológicos destaca el re- cinto amurallado de época prerromana de Villavieja, con más de 250 metros de desarrollo lineal. Al interés de la zona se unen además, los resul- tados aportados por las investigaciones recientes del Complejo Funerario del Neolítico Antiguo del Sistema Subterráneo de las Hediondas, las cuales han sacado a la luz evidencias de arte rupestre es- quemático que sumado al de la misma cronología de Gran Duque, convierten a este sector en uno de los más importantes de Andalucía para la investigación de las primeras sociedades productoras del suroeste de Europa. Como resultado, nos encontramos ante una gran concentración de zonas de cautela patrimonial, eng- lobadas dentro de un ámbito natural bien delimitado y homogéneo, al tratarse del conjunto kárstico más meridional de Europa y el de menor altitud de Anda- lucía, un enclave geográfico y geológico único por su proximidad al continente africano, de gran belleza paisajística, que concentra valores naturales relacio- nados con su originalidad litológica, geomorfológica, 62 hidrológica, climática, florística y faunística, que se traduce en una notable aportación a la geodiversi- dad y a la biodiversidad de la región. Destaca la ocupación prehistórica de este en- torno, tanto al aire libre como en cuevas. Junto a zonas de aprovisionamiento de materias primas de momentos del Paleolítico Inferior, se ha constatado la existencia de importantes estratigrafías en cueva, como en la Cueva del Gran Duque. Su cercanía al Estrecho de Gibraltar supone un valor añadido para la investigación de aspectos antropológicos trascendentales para la humani- dad como la sustitución de los neandertales por el hombre anatómicamente moderno y la relación de ambas especies a caballo entre África o Europa, así como otros aspectos de gran interés para el conoci- miento de la dinámica de expansión de las primeras sociedades productoras neolíticas en el Mediterrá- neo Occidental, en el que las cavidades se usaron previsiblemente como lugares de hábitat estacio- nal y como necrópolis, destacando aquí el singular complejo funerario del Sistema Subterráneo de las Hediondas, uno de los más antiguos del Suroeste de Europa, que remonta al VII milenio a.C.; a estos aspectos de interés hay que sumar el hecho de que algunas de estas cavidades alberguen manifestacio- nes de arte rupestre. Recientemente la localización de un yacimiento del Paleolítico Inferior (Achelense Superior, 140.000 años a.C.) con restos de industria lítica tallada, sobre la superficie del terreno, asociada a depósitos del Pleistoceno Medio en el cauce del Arroyo de Gai- nos, que discurre por el Canuto Chico, da un vuelco en los conocimientos prehistóricos de la Sierra de la Utrera. Durante la Edad del Cobre se construyeron edifi- caciones, que indican que este espacio se incorpora a la configuración de los primeros paisajes antro- pizados de la región. Será ya en el II milenio a.C. cuando la Sierra de la Utrera sea sede del mayor asentamiento de la Edad del Bronce de la comarca, destacando por las evidencias arqueológicas que confirman que el lugar fue testigo de los primeros intercambios realizados con los navegantes fenicios, allá por el siglo X a.C. A la Edad del Hierro (siglos VI-IV a.C.) correspon- de un potente recinto amurallado adaptado a la roca, OTWO 08 / MARCH 2020 del que se conserva una entrada flanqueda por dos torres. De época romana se conservan algunos restos relacionados con actividades económicas previsible- mente de la explotación de aceite en el entorno del Río Manilva, en momentos en el que ya el principal asentamiento de la región era la vecina ciudad de Lacipo. En época medieval fue refugio de altura en tiem- pos de la revuelta de Omar ben Hafsun, entre los siglos IX y X. La Declaración de Bien de Interés Cultural y Paraje Patrimonial, y la protección de los Yacimientos En 2013 se creó la Plataforma para la Protección de la Sierra de la Utrera, integrada por colectivos, asociaciones y entes municipales, con el fin de con- seguir la conservación de este espacio natural; y en Febrero de 2014 el Parlamento Andaluz aprobó por mayoría absoluta iniciar el Expediente de Protección de la Sierra de la Utrera con la figura de Zona Patri- monial y Bien de Interés Cultural. Un importante impulso a la investigación y pro- tección de la Sierra es que en Abril de 2015 la Di- rección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico de la Secretaria de Estado de Cultura del Ministerio de Cultura resolvió que se inscribiera el Sistema Subterráneo de las Hediondas, Sima He- dionda 4 y Sima Hedionda 2; en el Registro General de Bienes de Interés Cultural. Así mismo, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Delegación Territorial de Málaga en las mismas fechas procedió a incluir en el Catalogo General de Patrimonio Histórico Andaluz a la Sima Hedionda 4 (Pozo de la Albarrá), perteneciente al Sistema Subterráneo de las Hediondas. Actualmente se vienen realizando los trámites necesarios y la redacción de las normativas regula- doras junto con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para la declaración de la protección de la conservación de la Sierra; y que previsiblemente quede finalizado este otoño de 2019. OTWO 08 / MARCH 2020 63