OTWO Magazine January 2020 | Page 50

Andalucía posee la mayor red, en superficie y en nú- mero, de espacios naturales protegidos de toda la Unión Europea. Un total de 244 espacios que abar- can 2,8 millones de hectáreas, más de un 30% de la superficie de Andalucía. Una red de protección que responde al excepcional y diverso patrimonio natu- ral y cultural del territorio andaluz. Entre todas las figuras de protección, los Parques Naturales constituyen la más importante de la red, por la extensión que suponen (un 85% del total), por la diversidad de ambientes naturales que represen- tan y por su singular objetivo de compatibilizar con- servación, aprovechamiento de recursos naturales y calidad de vida de la población de su entorno. Tres perspectivas del territorio, la ambiental, la econó- mica y la social, cuya integración exige la puesta en práctica de un desarrollo sostenible. Y es que, lejos de constituir reservas de vida silvestre, los Par- ques Naturales andaluces son territorios modelados por la acción humana a lo largo de la Historia. Son espacios donde, a diferencia de la generalidad del territorio, el sistema ecológico, con la actividad hu- mana considerada como parte de él, ha mantenido un equilibrio duradero a lo largo de los siglos. Es decir, el desarrollo sostenible, que el Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo “Nuestro futuro común” definió en 1987 como el desarrollo que satisface las necesida- des de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satis- facer sus propias necesidades, ha sido la realidad y la razón de ser a lo largo de los tiempos de los te- rritorios ahora declarados Parque Natural. Y es por ello que el objetivo final de los Parques Naturales, y la garantía de que sigan existiendo, es el desarrollo sostenible. Sin embargo, los grandes cambios experimenta- dos en el sistema económico en el último siglo y me- dio, desde la Primera a la Cuarta Revolución Indus- trial, han dificultado o imposibilitado la supervivencia de los aprovechamientos y actividades económicas tradicionales de las que dependía el equilibrio del sistema ecológico. Muchas de ellas han tenido que ser sustituidas por una gestión activa del espacio, justificada, entre otros instrumentos, en la declara- ción de los Parques Naturales. Si antes, por ejemplo, la limpieza del monte era realizada por la población 48 OTWO 06 / JANUARY 2020 OTWO 06 / JANUARY 2020 local para abastecerse de combustible para cocinar y calentarse, hoy hay que recurrir a trabajos forestales para prevenir los incendios forestales. El objetivo, no obstante, es promover un nuevo modelo de desarrollo en el ámbito de los Parques Naturales que permita conservar o regenerar el equilibrio del sistema ecológico por sí mismo. Cons- cientes de ello, la legislación andaluza sobre espa- cios naturales obliga desde hace 30 años a la formu- lación de un Plan de Desarrollo Sostenible de cada Parque Natural y su área de influencia. Andalucía es pionera en España en esta exigencia de planificación y en este enfoque integrador de la economía en el ámbito de los Parques Naturales. Estos constituyen así un auténtico laboratorio donde experimentar a escala natural la sostenibilidad del desarrollo, que pueda luego aplicarse a otros ámbitos del territorio. Los Planes de Desarrollo Sostenible persiguen la dinamización socioeconómica del ámbito de los Parques Naturales, activando el tejido social y em- presarial del territorio, mejorando y haciendo soste- nibles —en las tres esferas— los aprovechamien- tos productivos de los recursos del Parque Natural y otros recursos endógenos del territorio. Contemplan por ello necesidades de infraestructuras, equipa- mientos, formación de recursos humanos, I+D+i, en- tre otras, que presenta el territorio para el desarrollo local sostenible. Pero se centran sobre todo en el fomento de las capacidades sociales inherentes al territorio y tienen por tanto en la participación social el eje fundamental tanto de su elaboración como de su ejecución. Su éxito dependerá en gran medida de la implicación de la sociedad local como protagonis- ta de las diferentes iniciativas de desarrollo. Un proceso vivo con el territorio como prota- gonista La elaboración de los Planes de Desarrollo Soste- nible responde a un proceso de planificación estra- tégica que parte de la identificación de problemas y necesidades para el desarrollo sostenible del ámbito, pero también de oportunidades latentes o no aprovechadas, a partir de las cuales se definen los objetivos a alcanzar, que se concretarán en un conjunto de medidas o actuaciones. El proceso de planificación no acaba ahí, sino que debe tener un seguimiento, para comprobar que las medidas es- tablecidas son ejecutadas, y una evaluación, para 49