decisively outcompeted the native wildlife which is bountiful in these exact species. From 2003-2011 the frequency of raccoon observed decreased by 99.3 % along with a decrease of 98.9 % for opossum and 87.5 % for bobcat. For at least 16 million years Florida has not had a snake large enough to tackle medium-sized mammals leaving these species naive and totally unadapted to deal with the constrictors. These entirely unaware species commonly forage along the water’ s edge, the prime microhabitat for ambushing pythons.
To fully understand the diversity of the snake’ s diet, caught pythons often undergo a necropsy in the lab. Alligator claws, undigested bird feathers, bobcat claws and hoof cores from white-tailed deer are just a taste of what the snakes have been devouring. As more species are decimated in the Everglades other top predators such as alligators and the Florida panther may find it progressively more strenuous to secure a meal.
Pythons impact on the Everglades over a short time span is closely attributed to their high reproductive potential. During the mating season from December to March female pythons can produce a clutch of up to 100 eggs. Additionally, the snakes have a lengthy life span of 20-25 years under favourable conditions. This is also coupled with the python’ s lack of natural predators to check the population. Occasionally an alligator will feed on a python, but in return, larger pythons are seen to strike back eating alligators. When we imagine the potential of 100 new snakes that can live 20 odd years with little to no predation, we start to appreciate how rapidly this problem escalated and the severe complications which could further unfold for the fragile ecosystem.
Scientists are further worried about if the snakes will have the capability to spread to other regions or even states. Pythons have been found on the outer reaches of the Everglades far from their established home on the southern tip of the peninsula. Despite this, studies have shown that many pythons can’ t survive the cold periods in northern parts of Florida lending doubt to their ability to spread. Either way, the problem of the pythons in the Everglades remains leaving locals, scientific experts and conservationists asking, what do we do?
The simple objective for everyone is to remove la fauna local, su alta capacidad reproductiva y la posibilidad de extenderse a otros estados, ¿ cómo podemos hacer frente a esta amenaza actual?
Las pitones birmanas son depredadores generalistas, lo que significa que comen prácticamente todo lo que pueden, pero principalmente se alimentan de pequeños mamíferos y aves. Desde su introducción, las serpientes han superado de forma decisiva a la fauna autóctona, en la que abundan precisamente estas especies. Entre 2003 y 2011, la frecuencia de mapaches observada se redujo en un 99,3 %, junto con una disminución del 98,9 % para la zarigüeya y del 87,5 % para el gato montés. Durante al menos 16 millones de años, Florida no ha tenido una serpiente lo suficientemente grande como para hacer frente a los mamíferos de tamaño medio, dejando a estas especies ingenuas y totalmente desadaptadas para hacer frente a los constrictores. Estas especies, totalmente desprevenidas, suelen alimentarse a lo largo de la orilla del agua, el principal microhábitat para emboscar a las pitones.
Para comprender plenamente la diversidad de la dieta de las serpientes, las pitones capturadas suelen someterse a una necropsia en el laboratorio. Garras de caimán, plumas de aves no digeridas, garras de gato montés y núcleos de pezuñas de ciervos de cola blanca son sólo una muestra de lo que las serpientes han devorado. A medida que se diezman más especies en los Everglades, otros depredadores importantes, como los caimanes y la pantera de Florida, pueden encontrar cada vez más difícil asegurarse una comida.
El impacto de las pitones en los Everglades en un corto periodo de tiempo se atribuye estrechamente a su alto potencial reproductivo. Durante la temporada de apareamiento, de diciembre a marzo, las pitones hembras pueden producir una nidada de hasta 100 huevos. Además, las serpientes tienen una larga vida de 20 a 25 años en condiciones favorables. A esto se suma la falta de depredadores naturales de la pitón para controlar la población. Ocasionalmente, un caimán se alimenta de una pitón, pero a cambio se ven pitones más grandes que contraatacan comiendo caimanes. Cuando imaginamos el potencial de 100 nuevas serpientes que pueden vivir 20 años o más sin apenas depredación, empezamos a apreciar la rapidez con la que ha crecido este problema y
OTWO 29 / DECEMBER 2021 47