¿Qué logros medioambientales destacaría por par-
te de su gobierno en las dos últimas legislaturas?
Entiendo que se necesita analizar el medio am-
biente desde dos ámbitos diferentes. Uno es el mun-
do que habitamos y el segundo la contaminación
invisible que padecemos. La transformación en el
actual Commonwealth Park de lo que antes fueron
los terrenos USOC para construcciones prefabri-
cadas, posibilitando con ello la consecución de un
pulmón verde en el centro de nuestra ciudad, cons-
tituye uno de los avances más evidentes. Conside-
ro que esta actuación prueba la manera en la que
concebimos la evolución urbanística de Gibraltar, no
sólo contemplando la construcción de más hogares
y oficinas, sino también promoviendo la creación de
espacios para el disfrute de las zonas públicas. El
segundo avance ha sido nuestra actuación ante la
contaminación. Opino que todos en Gibraltar esta-
ríamos de acuerdo en que la contaminación es ex-
cesiva y se requiere combatirla atacando su fuente
de origen. A todos nos gustaría verla desaparecer de
la noche a la mañana, pero ésa no es una idea rea-
lista. Lo que decidimos fue paralizar la construcción
de la nueva central eléctrica que impulsó el GSD y
que hubiera constituido una planta de combustión
de gasóleo en el acceso a la parte alta del Peñón.
Reemplazamos ese proyecto por unas instalaciones
para la licuefacción de gas natural. No se trata de
una medida que resuelva los problemas de cambio
climático en la medida que desearíamos, pero en el
contexto de una economía autosuficiente (y Gibraltar
cumple esta definición en cuanto a su producción y
suministro eléctricos) desde luego que ataja el pro-
blema de las emisiones. Cuando se produce energía
a partir del gas natural líquido no se emiten conta-
minantes como el óxido de nitrógeno en tanto que
con el gasóleo sí se producen cantidades ingentes
de contaminantes, especialmente dióxido de carbo-
no. De modo que considero que las citadas son dos
cuestiones claves. Otra medida que llevamos a cabo
y que se crea o no fue fuente de polémica en su día
fue el reemplazo del Jaguar G1 que utilizaba el an-
terior ministro principal, muy del estilo Downtown
Abbey y cuyo coste para llenar el depósito era de
85 libras, por un vehículo oficial más moderno. La
recarga del nuevo coche TESLA, que se realiza cada
noche desde la red eléctrica, cuesta 40 peniques. No
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OTWO 05 / DECEMBER 2019
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fue un proceso corto, pero a pesar de la polémica la
población acabó por aceptar que ésta era una mejor
opción de futuro. Han pasado siete años desde que
adquirimos el TESLA y aún funciona a la perfección
y sin haber sufrido ningún problema. Imagínese el
dinero que hemos ahorrado sólo en combustible.
¿Cuáles diría que son los mayores retos de Gi-
braltar en cuanto a cumplir con los objetivos de
la neutralidad de carbono para 2030 y la reduc-
ción de estas emisiones para 2050? ¿Tiene el
gobierno alguna manera de compartir en tiempo
real los avances reales que se produzcan en el
cumplimiento de ambos objetivos?
Déjeme empezar por el final. El gobierno tiene
que determinar cómo mediremos tal progreso an-
tes de decidir si lo hará público o no. De hacerlo,
daríamos la impresión de estar preocupados por
nuestra capacidad para llegar a esa meta con éxito.
Estoy seguro de que podemos. En la apertura oficial
de la nueva legislatura manifesté que ha llegado
la hora de que la población acepte la necesidad de
que se constituya un nuevo “contrato social” entre
la población y el poder ejecutivo. Nuestra respon-
sabilidad para con el medio ambiente hace que
comprendamos que el estilo de vida constituye el
elemento clave para resolver la cuestión de la sos-
tenibilidad. Ahí reside la cuestión fundamental y no
se trata de lo malvados que sean el gobierno o las
multinacionales sino que se trata de una cuestión
de todos. Las multinacionales venden combustible,
pero nosotros los compramos. Las multinacionales
construyen coches, pero nosotros compramos esos
vehículos y somos nosotros quienes los conducimos.
Paul Balban, quien como ministro de Transporte se
ha dedicado en cuerpo y alma al transporte soste-
nible, está trasladando muchas de estas iniciativas
al ministerio de Salud. Y durante un reciente debate
intergubernamental me transmitió que en ocasiones
nos metemos en el coche para conducir 500 metros,
menos de un kilómetro. Me sentí culpable por ello y
ahora camino hacia mi lugar de trabajo cada vez que
puedo. Pueden darse, quizás, tres días al mes en los
cuales no puedo hacerlo por tener que estar en un
sitio concreto a una hora en concreto o simplemente
tener que asegurarme de zanjar algo, de modo que
necesito diez minutos adicionales. Pero camino cada
vez que puedo. Ahora pienso de esta manera. Vivo
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