OTWO Magazine December 2019 | Page 34

Mi interés por el mar comenzó a temprana edad. Tan solo tenía cuatro años cuando mi padrastro, Lewis, me descubrió los misterios que se encuentran bajo el mar. Además, mi abuelo Brian, siempre ha sido un apasiona- do pescador con algunos records europeos y mundiales a su nombre. Tanto mi padrastro como mi abuelo tienen una gran pasión por el mar y siempre lo han respetado. Ellos nos han inculcado a mi hermano pequeño Aaron y a mí, amor y respeto por el mar. Mi abuelo, que ahora tiene 66 años, comenzó a pes- car en el río cuando vivía en Reino Unido, siendo tan solo un niño. ¡Recuerda haber dejado el primer pez que atrapó bajo la lluvia durante tres días para intentar re- vivirlo! Cuando se trasladó a vivir a Gibraltar, se dedicó a pescar en el mar. Se unió al club local de la EFSA (Eu- ropean Federation of Sea Angler) y en un intento por proteger a las especies locales, fue pionero en difundir que los peces capturados deben cumplir con la norma- tiva del tamaño mínimo de la establecido. ¡Aún lleva la misma regla para medir para asegurarse! Cuando está en su embarcación “Libertad” recoge todo el plástico que encuentra en la superficie y lo trae de vuelta a la costa para reciclarlo. Hace un par de años Lewis, que es bióloga marina, junto con Melanie -mí madre-, decidieron arrancar The Nautilus Project, un programa de voluntariado educati- vo sobre ciencias del mar. El proyecto realiza diferentes actividades como The Great Gibraltar Beach Cleans (lim- pieza playa), Science Talks (charlas de ciencia) y Field Trips (salidas al campo) en las escuelas, submarinismo y excursiones en barco. Hemos realizado cuarenta y nueve limpiezas de playas a lo largo de nuestro litoral y recu- perado toneladas de residuos plásticos. Mi papel en el equipo de TNP (The Nautilus Project) es bucear y ayudar a mi padrastro a encontrar y traer invertebrados marinos para estudiarlos, aprender y vol- ver a liberarlos. Pesco pepinos de mar, erizos, babosas, estrellas de mar, caracolas, cangrejos e incluso pulpos. Nos aseguramos de que todos regresen a su habitat una vez que Lewis enseñe a los niños de la escuela todo sobre estos animales de forma divertida con la que mis amigos disfrutan. Lewis me ha enseñado a cómo ser un nadador fuerte y segur y a bucear de forma responsable. Me tomo mi trabajo muy en serio y me encanta aprender sobre el mar con él. El buceo l es uno de mis pasatiem- pos favoritos y la histórica cuenca de Rosia Bay es el lugar perfecto para aprender y quedar prendado de la increíble vida marina. 32 En una inmersión reciente encontré una concha de al- meja muy grande, pinna nobilis, que ahora se utiliza por el TNP en los colegios. Aunque estoy muy orgulloso, me en- tristece que estas almejas estén disminuyendo en número alrededor de la Bahía de Gibraltar. También vi una sepia en Rosia Bay e intenté atraparla con mis manos. Pude to- carla, pero cuando fui a agarrarla, se me escurrió. ¡Estaba tan cerca! Creo que mi padrastro quedó impresionado. Como parte de nuestro proyecto familiar, hemos es- tado sensibilizando en Gibraltar sobre los efectos que los plásticos desechables en el mar. Mi hermano y yo usamos ya cepillos de dientes de bambú, botellas de agua reutilizables, y llevamos bolsas ecológicas y reu- tilizables en la mochila por si tenemos que hacer algún mandado para mi madre al volver de la escuela. Lleva- mos pajitas de papel y el reciclaje es una gran parte de nuestras vidas. Les decimos a todos nuestros amigos en el cole que pequeños cambios como este, pueden mar- car diferencias en la Bahía de Gibraltar. ¡La señora de la tienda de mascotas ahora me recibe como ‘el niño que no quiere bolsas de plástico! Y mi ma- dre siempre nos dice que hay que predicar con el ejemplo. El verano pasado encontramos un cangrejo araña en- redado en el hilo de pescar. Por suerte, pudimos cortarlo y devolverlo al mar. Estos cangrejos están protegidos en Gibraltar, así que me puse inmensamente feliz al poder rescatar uno y permitirle vivir un día más. Hace unas semanas, me enviaron a una misión de rescate. Un pez luna se había atascado entre unas rocas y estaba en apuros. Salté al mar con los peces y me aseguré de que no se chocara contra las rocas. Cuando llegó el barco de rescate, ayudé a que se adentrase de nuevo en el mar, acompañando a la embarcación. ¡Lo más probable es que haya sobrevivido! Algunos delfines y tortugas han muerto en nuestras costas debido al plástico y esto me pone muy triste. Mi hermano Aaron y yo queremos mostrar a Gibraltar y al mundo entero, que los niños se preocupan por nuestro océano y nuestros animales marinos. Queremos prote- gerlos y marcar diferencias. Si todos hacemos nuestra parte, juntos conseguiremos grandes diferencias. Nues- tro hashtag es #BeTheChangeYouWishToSee (Sé el cambio que deseas ver). ¡Espero que hayan disfrutado leyendo y que se unan a mi familia y a mí mientras ayudamos a proteger a nuestros animales marinos! ¡Realmente merecen que los humanos lo hagamos mejor! OTWO 05 / DECEMBER 2019 OTWO 05 / DECEMBER 2019 33