OTWO Magazine August 2019 | Page 132

experience, where all your senses are activated to live the knowledge and to percieve the value of na- ture, the history, the heritage and the territory. Apart from its educational social benefits, it is also a means to attract a new type of cultural tou- rism, products and services combining pleasure and enjoyment into an adventure of knowledge, which demands sustainable products and offers. These centers are adaptable to any theme, place or size. Expographic areas can be from a small area of ​​attention to the public, to huge buildings with many rooms. In addition to the visitor reception area and extensive rooms dedicated to the thematic units of the place, they also hold resource libraries, multi- purpose rooms, rooms for temporary exhibitions and even cafeterias, restaurants and shops. All designed to improve the experience. All designed to maximize the impact and reach of the product, service or as- pect that is being shared. 130 There are few companies that can design them and guarantee of the highest level of specialization and coordination they require. Success is only pos- sible with good management that allows the inte- raction between the different specialisations at the service of the so-called “Project Culture”. From the facultative managers in charge of pre- paring the contents and the architecture of the data, to art directors who develop a creative strategy and a planning of the media and its implementation, to a team of professionals in all areas of production. Oxygene Ltd has an experienced team in the de- sign, assembly and dynamics of this type of equip- ment. All the centers shown in the photographs that ac- company this report have been designed by members of our team. We are really excited and ready to work with you to develop this approach within your area, whether it be commercial, industrial or vocational. OTWO 01 / AUGUST 2019 En la cultura oriental se suele decir que el Mal es la ignorancia, y tal vez este aforismo explique el estado actual en el que vivimos. Desconocer la riqueza de nuestro patrimonio na- tural y cultural impide el desarrollo pleno de las so- ciedades, cada vez más volátiles y desinformadas a pesar de nuestras hiperconexiónes, redes inalámbri- ca o velocidad de acceso que tengamos. Sin renun- ciar a las nuevas tecnologías, pero tampoco sobreva- lorándolas, me gustaría hablar de otra experiencia. La sensorial, física, presencial y educativa de visitar un centro de interpretación. Imaginaros uno de los muchísimos guías —aquí en Europa, son escasísimos— de los espacios na- turales norteamericanos, conocedores de cada cen- tímetro del terreno que le rodea, lo percibe, lo pal- pa, lo siente; ya sea animal, planta o roca, nada se escapa a su aguda percepción de todo lo que crece, se mueve o vuela. Pues hubo una época en que exi- gieron, para poder transmitir correctamente su sabi- duría, amor y respeto, que se construyera un espacio que explicara, interpretara y enamorara al visitante sobre el lugar que posteriormente iban a visitar. De esta manera entenderían mejor el valor de aquello que estaban viviendo. ¿Pero qué es exactamente un centro de interpretación? Por supuesto no es un museo, tampoco una exposición de textos y fotos. Un centro de interpretación es una nueva estrategia para un aprendizaje atractivo, eficaz y sorprenden- te, que convierte el espacio en una experiencia di- dáctica y participativa, donde todos los sentidos se activan par vivir el conocimiento y poner en valor la naturaleza, la historia, el patrimonio y el territorio. OTWO 01 / AUGUST 2019 Aparte de sus beneficios educativos, también es un medio para atraer a un nuevo tipo de turismo cultural, que combinan el placer y el disfrute con la aventura del saber, que exigen ofertas y productos sostenibles, y que además tienen un alto poder adquisitivo. Estos centros son adaptables a cualquier temática, lugar o tamaño, pueden tener desde un área expográfica de apenas 100 metros cuadrados y un pequeño espacio de atención al público, hasta edificaciones enormes con multitud de estancias. Además de la zona de re- cepción al visitante y extensas salas dedicadas a las unidades temáticas del lugar, también suelen tener biblioteca, archivo, sala de usos múltiples, sala para exposiciones temporales e incluso una superficie con cafetería, restauración y tienda. Todos diseñados en conjunto para un major impacto en la oferta. Son escasas las empresas que puedan diseñarlos con ga- rantía debido al alto nivel de especialización y coor- dinación que requieren. El éxito solo es posible con una buena gestión que permita la interacción entre los diferentes tipos de expertos al servicio de la denomi- nada “Cultura del Proyecto”. Desde los responsables facultativos encargados de preparar los contenidos y la arquitectura de los datos, hasta directores de arte que desarrollen una estrategia creativa y una planifi- cación de los medios y soportes que se van a utilizar. Y por supuesto un equipo de profesionales en todas las áreas de producción. Oxigene Communications cuenta con un experimentado equipo en el diseño, montaje y dinamización de este tipo de equipamiento. Todas las intervenciones que muestran las fotografías que acompañan este reportaje han sido realizadas por profesionales de esta empresa. 131