Not only that, after decades of these areas being lar-
gely ignored, they became a tipping ground for thou-
sands of tonnes of rubble, household appliances and
waste, blocking access to many of its galleries and
ramparts and obscuring many of its treasures.
But thankfully a massive clean-up began in 2015,
and we were lucky enough to be invited on a tour of
the area to see the progress that has been made. The
results of this effort have been remarkable, opening
up a world of possibilities for the Northern Defences.
We met with Carl Viagas, the project manager res-
ponsible for overseeing the project on behalf of the
Gibraltar Government, to talk about their historical
importance, the clearing of the area and future plans.
A defensive evolution
Gibraltar has been a military outpost for almost a
thousand years, changing hands between the Moors,
Spanish and British. Over the centuries each occup-
ying force extended and modified the lines, adding
new bastions, batteries and galleries.
Initial fortifications were built by the Moors in
1160, to guard against attacks from the Christian
Kings of Aragon and Castile. But after the first sie-
ge of Gibraltar in 1309, the city fell to the Castilians,
who subsequently repaired and then improved the
existing defences. When the city fell again to the
Moors after the third siege of 1333, further reinforce-
ment was ordered. This refortified city reached from
Grand Casemates Square up to Upper Castle Road,
located in the north-eastern area of the city as we
see it today.
After the eighth siege of 1462, Castile regained
control of Gibraltar but as the threat from the Moors
diminished a lot of the fortifications fell into disre-
pair. An attack in 1540 from Barbary Pirates forced
the Spanish Crown to revaluate these vulnerabilities.
The Charles V Wall in the south was built and Lan-
dport Gate in the north was strengthened. Between
1558-1565 a wall extending to the Upper Rock was
also constructed.
As military technology evolved, so did the fortifica-
tions. The walls were suitable for archers, but chan-
ges needed to be made to enable mounted canon.
A series of new batteries were built along the Line
Wall, and the Grand Battery was also modified to
mount cannon facing out onto the isthmus.
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de la Segunda Guerra Mundial. No solo eso, después
de décadas durante las que fueron ignoradas estas
áreas en gran medida, llegaron a convertirse en un
vertedero para miles de toneladas de escombros,
electrodomésticos y desechos, bloqueando el acce-
so a muchas de sus galerías y murallas, y ocultando
muchos de sus tesoros.
Afortunadamente, se inició una limpieza masiva
en 2015, y tuvimos la suerte de ser invitados a un
recorrido por el área para ver el progreso realizado.
Los resultados de este esfuerzo han sido notables,
abriendo un mundo de posibilidades para las Defen-
sas del Norte.
Nos reunimos con Carl Viagas, gerente del proyec-
to y responsable de la supervisión en nombre del Go-
bierno de Gibraltar, para hablar sobre su importancia
histórica, la limpieza del área y los planes futuros.
Una evolución defensiva
Gibraltar durante un milenio, fue un puesto mili-
tar, cambiando de manos entre árabes, españoles
y británicos. A lo largo de los siglos, cada fuerza de
ocupación amplió y modificó las líneas, agregando
nuevos bastiones, baterías y galerías.
Las fortificaciones iniciales fueron construidas
por los moriscos en 1160, para protegerse contra
los ataques de los reyes de Aragón y Castilla. Pero
tras el primer asedio a Gibraltar en 1309, la ciudad
cayó en manos de los castellanos, quienes repara-
ron y mejoraron las defensas existentes. Cuando la
ciudad cayó de nuevo al flanco árabe, tras el tercer
asedio de 1333, se ordenó un refuerzo adicional. La
ciudadela fortificada, se extendió desde Grand Ca-
semates Square hasta Upper Castle Road, ubicada
en la zona noreste de la ciudad como la vemos hoy.
Después del octavo asedio de 1462, Castilla re-
cuperó el control de Gibraltar, pero a medida que la
amenaza musulmana disminuyó, muchas de las for-
tificaciones se deterioraron. Un ataque en 1540 de
los piratas berberiscos, obligó a la corona española
a revisar y evaluar las zonas vulnerables. Se cons-
truyó la muralla de Carlos V en el sur y se reforzó la
entrada del puerto de tierra, en el norte. Entre 1558-
1565 también se construyó un muro que se extendía
hasta la parte superior del peñón.
A medida que la tecnología militar evolucionó,
también lo hicieron las fortificaciones. Las murallas
OTWO 01 / AUGUST 2019
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