El drago de Villa San Juan
sempiterno compañero de La Línea de la Concepción
Cumpleaños feliz para el hermano gemelo de la ciudad
en un año, el 2020, donde el 150º aniversario de la ciu-
dad marca un nuevo y “verde” rumbo a los linenses.
Corría la tarde del 1 de junio de 2015, cuando
ante la atónita mirada de algún que otro despistado,
la majestuosa imagen de un inhiesto drago, recorría
el barrio de Santiago, para adentrarse en la avenida
de la banqueta, enfilar la avenida del ejército con
señorial estampa y alcanzar con regia figura su es-
quina en el rincón elegido del Parque Princesa Sofía.
Casi cuarenta y cinco toneladas de un Dracaena
draco (Dracanaeae) con ciento cuarenta y seis años
de edad. Eso en esta familia que puede cumplir varios
centenares, podía entenderse como una edad tem-
prana pero este árbol de savia roja y mágico para los
guanches canarios, pues es una especie muy habitual
de las islas afortunadas, se asentaba en el principesco
parque linense, para presentarse a quienes no tenían
el gusto de saber de él: un vecino ilustre de 145 años.
Desde Canarias, un hermano de tierra para la
ciudad linense de aguas. Un trocito de la magia ti-
nerfeña a este lado del estrecho donde se mecen
Mediterráneo y se acerca el atlántico mezclando
salinidades y densidades marinas. Un símbolo de la
naturaleza canaria en un istmo arenisco que venía a
ocupar junto al Palenque el nuevo anfiteatro de su
nueva puesta en escena.
El drago es un árbol ligado al arte, como la tierra
de la que proviene y a tenor de su parada en estas
tierras del sur de Cádiz, parece indicarnos que venía
a regarnos en el nacimiento de la villa linense allá
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por 1870, de su idiosincrasia hechicera, su ADN mis-
terioso y su atractiva seducción.
Y es que, en la provincia gaditana, es actualmen-
te el único que presenta estás características de lon-
gevidad, frondosidad y singularidad. Casi como esta
Línea de la Concepción a la que vigila, resguarda y
embellece. Puente Mayorga contó con un ejemplar
bicentenario que estaba incluido en el catálogo de
árboles singulares de la Junta de Andalucía pero,
murió hace poco menos de una década. Desenlace
similar al del ejemplar del Callejón del Tinte en Cá-
diz, tras romperse su tronco. Hay otros árboles cen-
tenarios en Ubrique, Grazalema y Cádiz, pero perte-
necen a especies diferentes.
Este histórico traslado fue posible gracias al coste
económico soportado por las familias Amado y Ara-
na que, además tan solo mes y medio después de
tan altruista y singular movimiento, certificaron la
donación del árbol -y un hijo de este- a los vecinos
de La Línea de la Concepción.
Diego Amado, técnico agrícola y uno de los nue-
vos propietarios de Villa San Juan, comenta a OTWO
que recuerda aquel momento como, “una tarea lenta
y difícil, para que fuese el árbol al parque que era
donde queríamos que estuviese desde un principio”.
Por su parte, Ignacio Arana -otro de los nuevos
propietarios- asegura que, “es una pieza única y
nuestro compromiso con la antigua propiedad era
mantenerlo, a pesar del cargo económico que se nos
disparó. Finalmente se movieron dos ejemplares a
ubicaciones distintas”.
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Las zonas, nos recuerda Amado, fueron elegidas
definitivamente entre varias propuestas por los téc-
nicos de Doctor Árbol, “tras analizar la salinidad,
los vientos y la frondosidad de la copa, para que no
perjudicase la visibilidad, allí donde se recolocase”.
La promesa hecha a la Sra. Escobar se cumplió
con creces. El compromiso de mantener con vida no
solo al ejemplar que celebra su 150º aniversario si
no a un segundo árbol, que nació en el patio trasero
del 59 de la calle Jardines, vástago de nuestro cum-
pleañero, es hoy una realidad de vida. Dos nuevos
espacios para dos jóvenes árboles con historia bajo
sus sombras.
Un ejemplar que se plantó siendo un bebé de
cincuenta centímetros porque los progenitores de
la Sra. Escobar, decidieron plantarlo en su vivienda
para celebrar la nueva construcción familiar y hoy,
sigue en pie.
Nos recuerda el Sr. Amado que, en aquella pri-
mavera de 2015 Alberto Díaz -técnico de Doctor
Árbol- reconoció, “el árbol es un chaval. Los ciclos
biológicos de los árboles son muy distintos a los
nuestros. Por ejemplo, una encina puede llegar a los
2.000 años y el drago de Icod de los Vinos tiene en
torno a 600 o 700 años. Si hablamos de estado de
madurez es un individuo muy joven porque está muy
vigoroso”.
La empresa europea Doctor Árbol fue la encarga-
da del traslado del centenario drago de la Villa San
Juan hasta el parque Princesa Sofía de La Línea de
la Concepción, con el refuerzo de una grúa telescó-
pica Liebherr Ltm 1250-6.1 y la construcción de un
cajón de barras metálicas y madrea alrededor de las
raíces para conseguir un izado seguro. Trabajo y Ma-
quinaria realizados por Eurogruas. A continuación,
el equipo de transporte estaba formado por ocho
líneas de carretones Goldhofer tirados por una trac-
tora Iveco, para descargarse finalmente en su nueva
ubicación. Hace tan solo unas semanas el departa-
mento de medioambiente del ayuntamiento linense
ha retirado la mitad de los anclajes que aún tenía en
su estructura y ha confirmado la fortaleza del drago
linense. Del drago que cumple siglo y medio de vida
como su ciudad adoptiva.
El segundo ejemplar -aún anclado e hijo del drago
mayor- que fue trasladado por personal del ayun-
tamiento linense hasta la rotonda de ronda norte,
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frente al nuevo hospital comarcal, también sigue
enérgico y sumando años. La estructura sostén es
“simple precaución”, nos confirma Diego Amado. El
técnico agrícola, nos hace referencia a una curiosi-
dad que los que recuerden nuestra antigua moneda
recordarán; “en el antiguo billete verde de mil pese-
tas hay un drago. Árbol canario, de un clima similar
al nuestro salvo por la diferencia de temperatura
media anual.
Se pensó en cada detalle.
Se retiraron obstáculos.
Se podó alguna pequeña rama.
Se cortaron calles al tráfico y durante horas, fue
un episodio más de la reciente historia linense.
Poca distancia, pero no por ello menos dificultosa,
al requerir de un trazado por las vías más amplias
hasta llegar a la esquina del parque que confluye con
la rotonda de la prolongación de calle Gibraltar. Una
jornada de horas que dejó estampas únicas en el ho-
rizonte de las calles linenses.
Cientos de personas se acercaron curiosos cáma-
ra en mano a conocer los detalles de uno de sus ve-
cinos más longevo. Las redes sociales se inundaron
de videos, fotografías, comentarios y mucha queren-
cia. Un amor que rebosaba agradecido no solo a la
valentía de las familias Amado y Arana, que a pe-
sar del alto coste de esta operación, no dudaron un
momento en donar al pueblo de La Línea no solo el
ejemplar original si no un segundo especimen - hijo
del primogénito de Villa San Juan- que se encuen-
tra aún con los anclajes impuestos por precaución
por los técnicos y trabajadores municipales que se
ocuparon de su colocación ondas de la Ronda Norte,
la más cercana al nuevo hospital comarcal, donde es
testigo fiel de historias comunes de un pueblo en
una de sus localizaciones más transitadas día a día.
Si quieren hacer una visita más que recomenda-
da, pasen y vean un ejemplar único con 150 años de
historia que es un Hijo Predilecto de todos los linen-
ses e insignia de la magia, el arte, el medioambiente
y la singularidad que comparte con su Línea de la
Concepción.
Como decía la canción de D. Alberto Cortez:
Mi árbol quedó, y el tiempo pasó
Y hoy bajo su sombra que tanto creció
Tenemos recuerdos mi árbol y yo…
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