OTWO Magazine April 2020 | Page 19

La provincia de Cádiz es un destino turístico con- solidado y con una demanda creciente —más de 5 millones de turistas en 2019— vinculada principal- mente al turismo litoral. Ha desarrollado una oferta de alojamientos y otros servicios turísticos acorde a esa demanda, con un nivel de calidad también cre- ciente. Tanto es así, que, como refleja la encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía, la oferta de las playas gaditanas es la mejor valorada entre los visi- tantes al litoral de la región. No obstante, la elevada dependencia del turismo de sol y playa provoca también una elevada presión sobre el territorio y muestra cada vez más claros signos de saturación del recurso turístico y de las infraestructuras. El vector ambiental de esa crecien- te presión se refleja en indicadores como la ocupa- ción del suelo, la desaparición de hábitats litorales, la demanda de agua, la capacidad de depuración de aguas residuales y de gestión de residuos, el consumo energético, la movilidad motorizada… Si incluso para la población residente, esos aspectos han presentado históricamente serias carencias en la franja litoral, el creciente aumento de la pobla- ción visitante hace inviable el mantenimiento de los indicadores ambientales dentro de los límites de la sostenibilidad. Igualmente, la presión turística en algunas zonas del litoral de la provincia empieza a evidenciar im- pactos sociales tales como el agravamiento de las dificultades de acceso a la vivienda, la saturación de los servicios públicos, la reducción de la calidad ambiental de zonas urbana —ruidos y molestias a vecinos y vecinas, saturación del espacio público por usos turísticos...— o la desaparición de activi- dades económicas tradicionales. Por otro lado, al igual que otros destinos dominados por el turismo litoral, la provincia de Cádiz muestra una elevada estacionalidad, con una demanda concentra- da principalmente en la época estival. Si en el mes de agosto las pernoctaciones superan 1,2 millones, en enero no alcanzan 180 mil, 7 veces menos. Consecuen- cia de ello, gran parte de la infraestructura de acogida, principalmente alojativa, se mantiene ociosa o infrau- tilizada una parte importante del año. Esto se produce además en un ámbito, el litoral, en el que por su fra- gilidad debería ser prioritario maximizar la eficiencia y minimizar el impacto de cualquier ocupación. 34 Un destino excepcional para el turismo de na- turaleza Pero la provincia de Cádiz es mucho más que pla- yas. Presenta unas cualidades excepcionales para el turismo de naturaleza, entendido como aquel en el que la principal motivación es la observación, apre- ciación, disfrute y contacto con la naturaleza y de la cultura vinculada a ella. La provincia de Cádiz ofrece un patrimonio natural de inigualable extensión y di- versidad. Un 34% de su superficie, más de 300 mil hectáreas, se encuentra incluida en la Red Ecológica Europea Natura 2000: 43 espacios protegidos, 6 de ellos Parques Naturales, 3 Reservas de la Biosfera y 6 humedales Ramsar. Este extenso patrimonio da lugar a una enorme diversidad de ambientes natu- rales. Desde fondos marinos a cumbres serranas, desde playas vírgenes y dunas litorales a bosques de encinas y alcornoques, desde marismas saladas a humedales de interior… Un patrimonio natural que se encuentra además distribuido por todo su territorio: 39 de los 45 muni- cipios de la provincia tienen presencia en su término municipal de al menos un espacio natural protegido. Si hay un factor común al territorio de la provincia, que conecta sus diferentes ámbitos territoriales (costas, campiñas, sierras...) y confiere estructura y cohesión al territorio, es la red de espacios natu- rales protegidos. De Este a Oeste, de Norte a Sur, del Atlántico al Mediterráneo, la provincia puede ser recorrida a través de sus espacios protegidos. Para cualquier viajero que la recorra, la naturaleza será un elemento constante, un hilo conductor de su viaje. A ese extenso patrimonio natural se une un patri- monio cultural, material e inmaterial, estrechamente vinculado al aprovechamiento de los recursos natu- rales, lo que permite establecer una conexión directa y coherente entre ambos. Aprovechamientos como el corcho, la piña o la sal son procesos que forman parte de los espacios naturales y estos no podrían entenderse sin considerar aquellos. Esto supone una gran potencialidad para reforzar y complementar la oferta turística de naturaleza con actividades vincu- ladas al patrimonio histórico rural y con los aprove- chamientos tradicionales del territorio (turismo fo- restal, agroturismo, pescaturismo, turismo industrial agropecuario…), aumentando con ello la significa- ción para el visitante del contacto con la naturaleza. OTWO 09 / APRIL 2020 OTWO 09 / APRIL 2020 35