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Encía insertada: Lavelle en 1981 defendió la necesidad de tener una buena encía insertada (queratinizada) adaptada correctamente al implante que proporcione una barrera a la entrada de las bacterias y toxinas al espacio entre implantes y tejido biológico.23
Un buen sellado biológico no permitirá el acceso de los agentes nocivos al medio interno, además de una mayor higiene de los elementos implantarios y estructuras protésicas, puesto que de ella depende el éxito a largo plazo de la oseointegración, sin embargo la acumulación de placa bacteriana en la superficie expuesta de los biomateriales puede provocar desde mucositis hasta periimplantitis, y si el medio interno se contaminara se iniciaría un proceso de destrucción ósea que iniciaría por inflamación y actividad osteoclástica provocando reabsorción del hueso.
Pasadas las 24 hrs de la intervención se puede comenzar a utilizar los cepillos interproximales con suavidad. 9 32
Guilford postuló este principio “para el éxito de cualquier tipo de implante dental es imprescindible conseguir un perfecto sellado entre la superficie externa del material implantado y el mucoperiostio circundante”. 9