COSTA CENTRAL
Cortesía Sernatur y ProChile Argentina
papas, cebolla, huevo y carne frita– o salir de fiesta en la
subida Ecuador, o visitar con ansias de probar alguno de
sus platos, los míticos restaurantes Cinzano o Jota Cruz.
Cita imperdible de todo el que se aprecie haber conocido
Valparaíso.
La lista de atractivos es extensa, interminable, y se abre
de calle en calle y de cerro en cerro. Museos al aire libre,
la Sebastiana, casa del poeta Pablo Neruda; el Paseo
Gervasoni y el Yugoeslavo, el cerro Bellavista, el cerro
Cárcel, numerosos bares de viejas historias; la iglesia
La Matriz y el Mercado, o sencillamente la impresionante
Fiesta de Año Nuevo con media hora de fuegos artificiales
en el mar.
Isla Negra
Las localidades al sur de Valparaíso tienen alma de balneario. Son apacibles villorrios a orillas del mar -salvo el
ajetreado Puerto de San Antonio- que durante la temporada de verano se llenan de visitantes. Siguiendo por el
camino costero hacia el sur se llega al El Quisco, popular
balneario a cuya jurisdicción pertenece Isla Negra. Aquí
las olas incesantes golpean un roquerío negro que llevó
a Pablo Neruda, premio Nobel de Literatura, a construir
frente a ese paisaje su casa más famosa. En sus más
de 500 metros cuadrados el viajero podrá admirar diferentes objetos que el poeta coleccionó a lo largo de su
vida: mascarones de proa, máscaras de diversas formas
y procedencias, botellas, fotografías, cajas de extraños
insectos y mariposas, alfarería de Latinoamérica, figuras
talladas de Rapa Nui, relojes, instrumentos de navegación, mapamundis y caracolas de todos los tamaños, son
algunos de ellos.
En el jardín de la casa se encuentra un campanario, un
bote, una fuente de agua y también las tumbas de Pablo
Neruda y Matilde Urrutia, su última mujer, que miran
hacia el mar.
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