Martes 26, septiembre
Buenos días. Vamos a leer despacio la "oración para aprender a amar" que
escribió Teresa de Calcuta. Si seguimos lo que nos dice, seguro que damos la
vuelta la mundo.
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de
mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda
atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también
nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
Piensa: ¿Eres una persona que "mira constantemente su ombligo"? ¿Te sueles quejar sin
razón, sin darte cuenta de todo lo bueno que has recibido?
Agradece al Señor lo que eres y tienes y pide que te ayude a mirar siempre a tu alrededor
porque siempre siempre hay gente que te necesita.