Día Octavo
(El viaje hacia Belén)
Por aquellos días, el emperador que se llamaba César Augusto, dio la orden de hacer un censo, en los
lugares donde él mandaba. Era obligatorio ir a dar los datos personales, al pueblo donde uno había
nacido.
José, que era descendiente de David, tuvo que viajar entonces de Nazaret hasta Belén, al sur de
Jerusalén. Viajó con María, su esposa que esperaba su hijo para pronto.
El viaje fue probablemente en un burrito, donde iba montada María. Y en los pasos malos, José tomaba el
asno por el cabestro, con mucho cuidado.
Se demoraron varios días, descansando en algunos pueblos, donde tenían amigos y familiares.Al fin
llegaron a Belén. Pero como había tanta gente por motivo del censo, no encontraban hospedaje.
Buscaron por todas partes y ya por la tarde, sólo hallaron una pesebrera, donde por las noches se
guardaban los animales.
Con mucha paciencia, arreglaron aquel lugar de la mejor manera, y cansados como estaban, se
dispusieron a pasar la noche.
Diciembre 23
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