Día Sexto
(La boda de María y José)
María y José se casaron como se usaba en su tiempo. El matrimonio se realizaba en dos etapas: Primero
los novios se comprometían, más o menos a los catorce años. Así eran las costumbres hebreas. Y un año
después se hacía propiamente la boda.
Después del compromiso, María se dedicó a preparar lo necesario para el futuro hogar y también a orar.
Toda novia judía le rogaba al Señor que de su descendencia naciera el Mesías, es decir Cristo, el
Salvador.
En la fiesta de bodas José entregó un dinero a Joaquín, el padre de María. Era la dote, que servía también
para pagar los gastos del matrimonio.
María, acompañada de sus amigas fue llevada a la casa de José, cubierta la cabeza con un velo blanco.
José levantó luego ese velo y reconoció a su esposa. Pero entre el compromiso y el matrimonio de María
y José tuvo lugar el milagro de la Encarnación del Verbo. Es decir, Dios vino a la tierra a vivir entre
nosotros.
Cuando José recibió a María que esperaba un hijo por obra y gracia del Espíritu Santo, celebraron un
banquete muy modesto, pero todos estuvieron muy contentos en Nazaret. Aunque los jóvenes esposos
guardaban respetuosamente el secreto: Dios se había hecho hombre en una madre virgen.
Diciembre 21
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