Detectar lesiones, enfermedades, trastornos de dientes y estructuras adyacentes, que no se identifican clínicamente.
Confirmar o clasificar una enfermedad.
Localizar lesiones o cuerpos extraños.
Proporcionar información en procedimientos odontológicos.
Evaluar el desarrollo de los dientes.
Ilustrar al paciente sobre alteraciones debidas a caries, enfermedad periodontal y traumatismos.
Documentar el o los padecimientos del paciente, así como los avances en el tratamiento.