OdontoBlastos 1 | Page 4

Técnicas de cepillado

Adios a la técnica de violinista

3

Al igual que ocurre con los cepillos de dientes, las técnicas de cepillado dental son diversas. No existe ninguna técnica de cepillado que satisfaga las necesidades de todas las personas. Se han desarrollado diferentes técnicas que llevan el nombre de quienes la describieron, o que son nombradas por el tipo de movimiento.

La técnicas de cepillado se deben de utilizar de acuerdo a las necesidades existentes en el individuo, y esto puede ser debido a determinadas patologías, factores como la falta de cooperación o falta de destreza manual. Cepillarse los dientes es una parte importante de la higiene bucal habitual. Para tener una boca y sonrisa sanas, la ADA le recomienda:

Cepíllese los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves. El tamaño y la forma del cepillo deben adaptarse a su boca y permitirle llegar a todas las zonas con facilidad.

Sustituya el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si se las cerdas se desgastan. Un cepillo de dientes desgastado no servirá para limpiar los dientes.

Asegúrese de usar una pasta dentífrica fluorada aceptada por la ADA.

Técnicas de cepillado dental

Técnica rotativa o circular

Descrita por el Dr. Tassman en 1960. Esta técnica no requiere de mucha habilidad ni de tiempo, por lo que es recomendada para niños pequeños y preescolares.

Según esa técnica se apoya el lado de la cerda sobre la encía insertada y se dirigen las fibras apicalmente. Después se comprime el lado de la cerda contra la encía a fin de provocar un blanqueamiento. Por último rodar lentamente el cepillo hacia abajo sobre la encía y la superficie dental rotando la muñeca.

Técnica de Stillman

Recomendada para estudiantes, adolescentes y adultos ya que estimula la gingiva y limpia las superficies dentales.

Se debe empezar con las cerdas del cepillo con un ángulo de 45º con respecto al eje largo de los dientes en el borde gingival, de modo que descansen sobre la encía. Una vez colocado el cepillo se aplica una presión para blanquear la encía y se efectúa un movimiento suave, vibratorio, rotatorio y firme sobre el cepillo, permaneciendo las cerdas en la misma posición.