SANDÍA Y MELÓN .
El caso de la sandía y el melón es curioso: ambas tienen un contenido en hidratos de carbono bajo, de hecho, uno de los menores de todas las frutas: comiendo 200 gramos de sandía o melón, es decir, una tajada grande de la primera y una mediana del segundo, consumiremos aproximadamente 1 ración de de hidratos de carbono (10 gramos).
No obstante, su alto Índice Glucémico (75 y 60, respectivamente) convierte a la sandía y al melón en alimentos que los diabéticos deben consumir con cuidado, pues pueden aumentar sus niveles de azúcar en la sangre demasiado rápido.
PLÁTANOS Y UVAS.
En el otro extremo se sitúan las frutas con un alto contenido en hidratos de carbono como el plátano y la uva.
El plátano: uno pequeño (100 gramos), equivale a unas 2 raciones de hidratos de carbono.
Las uvas: al comer las 12 uvas de la suerte, como en nochevieja (100 gramos), estaremos tomando unas 2 raciones de hidratos de carbono.
Por tanto, las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 deberían tratar de moderar o, al menos, controlar, qué cantidades comen de estas frutas, para evitar tomar demasiadas raciones de hidratos de carbono que puedan hacer que su glucemia se sitúe en altos niveles.
CONSEJOS:
Si vamos a comer fruta, por tanto, debemos tenerla en cuenta y restar esos hidratos de otro elemento de nuestra dieta del día. En ocasiones especiales como Nochevieja, cuando nos comemos 12 uvas (que equivalen a unos 20gr de HC, lo que son dos raciones), sustituiremos o reduciremos el postre para poder comerlas sin que nuestra glucosa se vea afectada.