El aquelarre es uno de los pequeños cuadros que pintó Francisco de Goya entre 1797 y 1798.
El lienzo muestra un ritual de aquelarre, presidido por el Gran Cabrón, una de las formas que toma el demonio, en el centro de la composición. A su alrededor aparecen brujas ancianas y jóvenes que le dan niños con los que, según la superchería de la época, se alimentaba. En el cielo, de noche, brilla la luna y se ven animales nocturnos volando (que podrían ser murciélagos)
Don Manuel Osorio Manrique de Zúñiga, niño El retratado es el hijo menor de Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán, conde de Altamira y consejero del Banco de San Carlos, institución antecesora del actual Banco de España. Contrató a Goya, entonces retratista en la corte de Carlos III, para que hiciera retratos de toda la familia, siendo éste de su hijo Manuel el más conocido.