Número 17 - Año 2 - Marzo 2014 Número 17 - Año 2 - Marzo 2014 | Page 36
Cuando el mundo entero estuvo completamente patas arriba,
comprobó que sólo le quedaba una cosa por destruir para
dominarlo completamente: las familias. Y es que a pesar de
todos sus inventos malvados, de sus gases y sus pociones, las
familias seguían estando juntas. Y lo que más le fastidiaba era
que todas resistían, sin importar cuántas personas había en cada
una, dónde vivían, o a qué se dedicaban.
Lo intentó haciendo las casas más pequeñas, pero las familias se
apretaban en menos sitio. También destruyó la comida, pero
igualmente las familias compartían lo poco que tenían. Y así,
continuó con sus maldades contra lo último que se le resistía en
la tierra, pero nada dio resultado.
Hasta que finalmente descubrió cuál era la fuerza de todas las
familias: todos se querían, y no había forma de cambiar eso. Y
aunque trató de inventar algo para destruir el amor, Milisforo no
lo consiguió, y triste y contrariado por no haber podido dominar el
mundo, se rindió y dejó que todo volviera a la normalidad.
Acabó tan deprimido el malvado Milisforo, que sólo se le ocurrió
ir a llorar a casa de sus padres y contarles lo ocurrido. Y a pesar
de todas las maldades que había hecho, corrieron a abrazarle, le
perdonaron, y le animaron a ser más bueno.
Y es que, ¡hasta en la propia familia del malo más malo, todos se
quieren y perdonan todo! ¿No es una suerte tener una familia?
Contesta las siguientes preguntas y compártelas con tu familia.
Preguntas 1.-¿En qué manera los familiares de Milisforo
mostraron amor hacia él?, 2.-¿Cómo se sintió él a recibir ese
amor?, 3.-¿Qué impacto sobré él tuvo el amor de su familia?