Número 12 - Año 2 - octubre 2013 Número 12 - Año 2 - octubre 2013 | Page 39
San Agustín llegó a ser Obispo y tenía tanta confianza en el amor
de Dios que le decía: "Señor, nos creaste para Ti, y nuestro
corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti". Pensaba y
meditaba en las cosas de Dios, escribió muchos libros que ahora
en la Iglesia sirven de guía para todos los cristianos. Decía
también: "Ama y haz lo que quieras", porque sabía muy bien,
que cuando se ama a Dios sólo harás lo que le agrada.
La Madre Teresa de Calcuta, quiso agradar a
Jesús sirviendo a los más pobres, a los que
nada tenían, a los que no podían pagar con
nada, cuidaba con mucho amor a los
enfermos porque decía que en los enfermos
más pobres encontraba a Jesucristo. Todas
las mañanas asistía a Misa, y comulgaba,
para que todo lo que hiciera en el día fuera
obra de Jesús. Cuando ya estaba muy viejita,
seguía trabajando, hablaba a mucha gente, a los presidentes de
los países, a los sacerdotes a personas de todo el mundo y los
invitaba a que cuidaran la vida de todas la personas, sobre todo
la de los niños. Ella rezaba siempre el Santo Rosario porque así
siempre tenía la ayuda de la Virgen María.
Otros santos, han ido a lugares muy lejanos donde no se conoce
a Jesús y les enseñan a amar a nuestro Señor, a ellos se les
llaman Misioneros, algunos han muerto dando su vida por la fe,
estos son los Mártires. Otros se han dedicado a cuidar a los
enfermos, a los pobres, algunos fundaron colegios para que los
niños se educaran y conocieran a Jesús. Otros se han quedado
en su ciudad y en su casa pero han hecho la voluntad de Dios y
se han mantenido en su amistad. Algunos santos son muy
conocidos por todos, pero hay otros que nadie conoce, más que
Dios. Otros que han estado enfermos le entregan a Jesús todos
sus sufrimientos, y así, nos encontramos que aunque los santos
no salen mucho en la televisión ni los periódicos nos platican de
ellos, están haciendo que en el mundo brille la gloria de Dios.