Número 12 - Año 2 - octubre 2013 Número 12 - Año 2 - octubre 2013 | Page 38
Quería hacer la voluntad de Dios en todo. Un día un maestro
preguntó en el recreo a todos los niños:
"Si supieran que hoy iban a morir ¿qué harían?, uno contestó
"correría con mi mamá", otro dijo: "yo iría a la Iglesia a rezar y a
confesarme", y Domingo dijo: "seguiría jugando porque en este
momento esa es la voluntad de Dios". Era un niño alegre, feliz,
porque amaba a Jesús.
Santa Teresita, también amaba mucho a
Jesús y a María Santísima, tenía muchas
hermanas
y
todas
ellas
quisieron
consagrarse al Señor. Ella sie mpre supo que
todas las cosas pequeñas, oraciones,
trabajos, servicios hechos con amor eran lo
que agradaba a Dios, un día le dijo a Jesús
que ella quería ser su "pelotita" para que el
niño Jesús jugara con ella. Cuando recibía la
Sagrada Comunión era la más feliz del
mundo. Era buena con todos y buscaba
hacer favores a las personas que no sabían dar las gracias y eso
le costaba trabajo pero se lo ofrecía a nuestro Señor. Rezaba
como quien platica con el mejor de los amigos porque conocía
muy bien quien era Jesús.
San Agustín fue un gran santo, pero él
no siempre se portó bien, hacía sufrir a
su mamá con su mal comportamiento,
pero su mamá que era muy santa, se
llamaba Mónica, rezaba mucho para
que su hijo conociera a Jesús, y el día
que Agustín encontró a Jesús en su
vida se llenó de tanta alegría que ya no
quiso nunca más pecar, fue con su
mamá y juntos rezaron y dieron gracias
a Dios.