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“Horizonte de Letras” Nº 45
*Especial 10º Aniversario*
me encanta comunicar emociones. Lo
que más me gusta de estos dos géneros
es la libertad a la hora de escribir, de
elegir el tema o la historia y la rapidez
a la hora de verlo plasmado en un
texto.
La
novela
exige
una
planificación y una disciplina, y eso
me cuesta. En cuanto a la juvenil, en
realidad no pensaba dirigirla a ese
público en concreto: iba a ser una
novela de humor para adultos, pero
cuando llevaba un par de capítulos
escritos me di cuenta de que tenía
mucho potencial para gustar a los más
jóvenes.
Cambié
unas
cuantas
expresiones políticamente incorrectas
por otras más adecuadas y ya continué
por ese camino.
-¿Tus libros parten de una imagen, de
una idea, de un chispazo...?
Depende. No es lo mismo un relato
que un poema y por supuesto que una
novela. Los relatos, por lo general, sí
surgen de un chispazo, luego hay que
madurar la idea y darle forma. En los
poemas es diferente, un sentimiento,
una emoción, un recuerdo, una música
o una luz determinada pueden
desencadenar que sienta ganas de
escribir un poema. En cuanto a las
novelas, hasta ahora solo he escrito dos
y los procesos han sido muy diferentes.
Para La luna en agosto tenía el principio
y el final y tuve que trabajar mucho
para completar todo lo demás. En
cambio, en El inspector Tontinus y la
nave alienígena tenía un esquema de lo
que tenía que suceder en cada capítulo.
Ahora estoy escribiendo una tercera
(para público adulto) y el proceso está
siendo diferente. Aún no tengo un final
Octubre-Diciembre 2019
definido y la manera de escribir está
siendo mucho más fragmentada,
aunque sí tengo un guion del
argumento. Veremos lo que da de sí.
-Avelina, ya sabes que los escritores
somos gente rara y que poseemos
muchas manías… ¿Tú sigues algún
proceso a la hora de escribir, de
plantearte lo que quieres plasmar?
¿Necesitas escribir siempre a la
misma hora… No sé… En el mismo
lugar, con las mismas cosas, con la
misma luz…?
Creo que somos raros, pero no más
raros que la gente que se dedica a
cualquier otra disciplina (no sé:
músicos, informáticos, profesores…).
Yo tengo pocas manías a la hora de
escribir, pero fundamentales. Una de
ellas es que no puedo estar reventada
de cansancio, tengo que tener una
cierta frescura mental para plantearme
siquiera abrir el ordenador. Otra es que
no puedo aprovechar ratos perdidos.
Si me siento a escribir, me siento a
escribir un tiempo mínimo de un par
de horas. Menos de eso no me merece
la pena. Y la última es que odio el
silencio. Puedo escribir con la
televisión, el barullo de la casa o en
todo caso música, cuando no hay nada
de lo anterior, pero el silencio me mata.
-Has publicado ya una novela, La
luna en agosto… ¿Realizas una
estructura previa, lo tienes ya todo
controlado a la hora de ponerte a
escribir o lo vas haciendo sobre la
marcha?
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ISSN: 1989-6956
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quienes además, serán responsables de la autenticidad de sus obras.
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