BOLETÍN ELECTRÓNICO “FEDDF” PASIÓN POR EL DEPORTE
POR FRANCISCO BARTOLL
Secretario General FEDDF
¿Por qué una persona con disca- Pero la pregunta inicial incide en una ción funcional. Es una competición para-
pacidad afronta el reto de la prác- posible deformación de la práctica depor- lela entre clubes a la verdadera competi-
tiva. ¿Es útil el deporte como “modus ción deportiva: la Liga de Baloncesto en
tica deportiva?
Seguramente una buena parte de los
lectores estará pensando que la respues-
ta es muy sencilla. La práctica del deporte
por parte de personas con discapacidad
responde a una función rehabilitadora
que le aportará una mayor calidad de
vida.En este sentido, me remito a Hermi-
nio Víctor González Cabrera y Berkis Est-
her Sosa Sosa*, en su artículo
“Importancia de la práctica de deportes
en personas discapacitadas para lograr
una mejor calidad de vida”, cuya lectura
recomiendo si no es que ya resulta del
conocimiento del lector.
Otra posible respuesta a la pregunta la
podemos encontrar gracias a nuestro
querido doctor Javier Pérez Tejero*, en
su tratado “El deporte en personas con
discapacidad física: ¿de dónde venimos
y a dónde vamos?”donde efectúa un
extenso recorrido desde el inicio hasta la
actualidad del deporte adaptado. En el
transcurso del camino se refiere a la dis-
capacidad en relación con la sa-
lud,destacando que “el ejercicio es medi-
cina..., también en las personas con dis-
capacidad”.
vivendi”? Ningún deportista profesional
empieza la práctica del deporte pensan-
do en qué beneficios económico-
laborales le puede aportar. Seguro. Pero,
¿puede aparecer ésta respuesta a lo largo
de los años y tras el apagado de la ilusión
competitiva?
En el deporte adaptado seguramente no
hay diferencia alguna respecto al deporte
profesional. La valía deportiva de un de-
portista a partir de una cierta edad puede
ser explotada económicamente o me-
diante compensaciones análogas a la
percepción económica. Es razonable y
resulta aceptable porque, por un lado,
permite al deportista continuar en la
práctica del deporte, en la especialidad
que más disfruta; por otro lado, porque a
partir de cierto momento las necesidades
materiales son imprescindibles,y el tiem-
po dedicado al deporte ha impedido cu-
brirlas mediante otras dedicaciones.
Silla de Ruedas. Y en esa carrera muchos
jugadores se avienen a participar.
El valor de la formación, el valor de la
práctica deportiva versus la salud de las
personas, el valor de la amistad a la que
indisolublemente une el hecho de entre-
nar, viajar y competir en un equipo se
diluye tristemente. Me pregunto, enton-
ces, si resulta ético el triunfo pisando
tantas flores. Los éxitos deportivos, en
realidad ¿de quién son? ¿A quién perte-
necen?
Seguramente entre todos deberíamos
aportar otros parámetros a nuestra com-
petición que compensen los valores a
defender a toda costa en el deporte
adaptado.
Me gusta observar el espíritu de nuestros
jugadores cuando acuden a la selección.
¿Quizá porque ahí se diluye la vertiente
críptica y aparece reforzada la faceta de
La justificación ética a esta virtualidad en los valores?
la práctica deportiva quizá finaliza en el
momento que la obtención de compen- *(González Cabrera y Sosa Sosa: Importancia de la
práctica de deportes en personas discapacitadas
saciones lógicas y lícitas, que permitan
para lograr una mejor calidad de vida, en Contribu-
perseguir los valores anunciados que ciones a las Ciencias Sociales, diciembre 2008,
acompañan los entrenos y las competi- www.eumed.net/rev/cccss/02/gcss.htm).
ciones, se convierte en un “mercadeo” *(Dr. Javier Pérez Tejero. CEDI -Centro de Estudios
sobre deporte inclusivo-, INEF. Universidad Politéc-
que excede de localizaciones, de amista-
nica de Madrid).
des y de, incluso, la familia.
El afán de los clubes de baloncesto en
silla de ruedas por su superación, medida
únicamente en éxitos deportivos, lleva a
una carrera desenfrenada para la obten-
ción de los deportistas más competitivos
en sus distintas puntuaciones de clasifica-
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