nº 1 -Boletín Oficial FEDDF 16 - BOLETÍN FEDDF Octubre 2019 | Page 44

RELATOS Carmen Hinojál Amores Escritora RELATO: EL VÉRTICE DEL MUNDO Mientras se acunaba en la silla, pensando que por primera vez desde el accidente sus ami- gos cumplirían por él su sueño de rozar el vér- tice, Manuel veía en la tele la gran aventura de cientos de hombres que culminaron la cum- bre de su propio Everest. La vida de diario en la residencia era su mon- taña particular. Manuel pensaba que ya había hecho lo más difícil para adaptarse a la nueva situación. Desplazarse desde su piso, donde siempre gozó de intimidad, hasta aquella re- sidencia en Toledo para parapléjicos y gente mutilada, había sido una verdadera tortura. Todo se había puesto en su contra. La maña- na de su partida el ascensor se había averiado, la calle estaba otra vez en obras, y para más faena, su padre dejó olvidada la documen- tación… un sinfín de catastróficas desgracias que eran como aludes en el camino. Pero ya se iría acostumbrando a la nueva realidad. La voz en off de su mejor amigo relataba los incidentes de la expedición. Habíamos salido muy de mañana, con la ilu- sión en el alma y la fuerza en el corazón. Esta aventura sería el colofón de los sueños de cada uno de nosotros. Llevábamos varios porteadores como ayudan- tes, ellos serían los encargados de transportar los bultos más pesados… Manuel soportaba la pena de no estar con ellos, aferrado a la silla de ruedas vivía cada momento. Desde su particular visión de las cosas, aún era el alma del grupo. Nicanor le había llamado esa misma mañana. Contándole la situación en la que se encontraban. —Tenemos que esperar en el Campamento Base a que el temporal amaine y podamos Sentado en la salita comunitaria contempla- aprovechar la ruta más segura para escalar la ba el documental, estaba tan embebido en la montaña. El tiempo está siendo desfavorable aventura que le parecía pisar con sus pies la y así es complicado recorrer los seiscientos nieve y respirar el aire puro de su montaña. metros que nos quedan para coronar la cima. 44 FEDDF.ES Él les deseó lo mejor y le pidió prudencia. Nicanor lo había organizado de tal mane- ra, que podía imaginarlo pisando el Vérti- ce del Mundo. Pero esta vez Manuel ten- dría que conformarse con ser un mero espectador de la aventura. La enfermera le vino a buscar para llevar- le al fisio. La cadena de ejercicios era una verdadera tortura. El dolor era inimagina- ble, insoptable, quemaba mucho más que la nieve en los fríos días de sus es- caladas en los que, colgando de la esqui- na de un glacial, soportarían la tormenta más grande que nunca antes sorprendie- ra al equipo. Otra vez se dejaba llevar por los recuer- dos, y vivía sin querer los mejores mo- mentos de la aventura. Las fotos de su mesa atestiguaban que aquello fue real y no el sueño de un perdedor. Sentado en la salita comunitaria contempla- ba el documental, estaba tan embebido en la aventura que le parecía pisar con sus pies la nieve y respirar el aire puro de su montaña 45 FEDDF.ES