YOUR EPIDERMIS BY GIOVANnI BARLETTA
instagram.com/giodijumanji
EN Your epidermis is not fashionable
SP Tu epidermis no está de moda
Maximum body expression of art, defini-
tion of fashion in the flesh, element of living
and thinking fashion. The fabric as a repair
and shelter has gone through thousands of
states, positions and even processes to get
where it is today. Already the coat seems
relegated to the past, and has given soci-
ety the possibility to change it and turn it
into fashion. The cuts already have another
sense, the colors another arrangement and
the textures another character. That is to
say that the garment itself leaves its objec-
tive of protecting human fragility.
The possibility of access of a fashion item
was always linked to the income power of
who wants to consume it. The standard of
choice ranges from a catwalk in Milan, as in
a showcase in Tokyo, to a simple thrift store.
However, each of the products displayed has
a label, created by a designer, manufactured
in a workshop in a third world country, with a
standardized price, a mold that invites to be
falsely classified as unique. For this reason,
and no less obvious, when one chooses from
a catalog, or from a magazine some type of
set, is manufacturing and feeding back the
idea of being individual, and even unique.
Contributing to a market which already has
a programmed space. Fashion was always
part of the characteristics of the thinking,
rational and social human being. When one
consumes Gucci, or H & M takes as its own
something made in mass, where it is ex-
posed as fashion.
Máxima expresión corporal del arte, defin-
ición de moda en carne propia, elemento de
moda vivo y pensante. La tela como medio de
reparo y cobijo ha pasado por miles de esta-
dos, posiciones y hasta procesos para llegar a
donde se encuentra hoy. Ya el abrigo parece
relegado al pasado, y ha dado a la sociedad
la posibilidad de cambiarlo y convertirlo en
moda. Los cortes ya tienen otro sentido, los
colores otra disposición y las texturas otro
carácter. Es decir que la prenda por si mis-
ma deja su objetivo de proteger la fragilidad
humana.
La posibilidad de acceder a un artículo de
moda siempre estuvo ligado al poder adquis-
itivo de quién quiere consumirla. Los están-
dar de elección van desde una pasarela en
Milán, como en una vitrina en Tokio, hasta un
simple thrift store. Sin embargo cada uno de
los productos expuestos tienen una etiqueta,
creada por un diseñador, fabricada en algún
taller en un país tercermundistas, con un pre-
cio estandarizado, un molde que invita a ser
catalogado falsamente como único. Por esta
razón, y no menos obvia, cuando uno elige
de un catálogo, o de una revista algún tipo
de conjunto, esta fabricando y realimentando
la idea de ser individual, pensante, y hasta
único. Contribuyendo a un mercado el cual
ya tiene este espacio programado. La moda
siempre fue parte de las características del
ser humano pensante, racional y social. Cuan-
do uno consume Gucci, o H&M toma como
propio algo hecho en masa, donde se expone
como moda.
74