SOCIEDAD
El Dromedario
Epílogo:
El hombre la llevó hacia un lugar muy extraño. Ella no veía nada, tenía los ojos vendados, las manos atadas y unos globos con helio que apretaban su cuello. El viento hacía que los globos se movieran y le hicieran daño. La dejó en un rincón de una taquilla al lado de una atracción. Le quitó sus abrigos y solo le dejó una capa de ropa. Le entregó un vaso con agua un poco turbia y unas pastillas. La obligó a tragarlas. Se acercó a su oído y le susurró: “Desde ahora, estás bajo mi vigilancia. Tus amigos vendrán a rescatarte en un par de días. Llegas a decir algo de lo que pasó aquí y te buscaré. Te aseguro que no podrás escapar de mí.”. La amenazó y luego se sentó en una silla cerca de la taquilla. La chica decidió buscar alguna herramienta para liberarse o herir a su agresor. Intentó cortar las cuerdas con unas tijeras pero solo logró hacerse más daño. En su último intento, tomó las tijeras con la boca y se acercó lentamente al hombre que yacía dormido en una silla. Con mucho asco y arrepentimiento, le apuñaló la cabeza con las tijeras. El hombre cayó al piso y le dijo algo incomprensible a la chica. Ella solo escuchó un susurro “Te encontraremos”. Se fue de nuevo a la taquilla y cayó desmayada. Probablemente el hombre la había drogado con el agua y las pastillas. Su último pensamiento antes de desmayarse fue: “¿Te encontraremos?¿Hay alguien más que me esté buscando? ¿Hay alguien más involucrado en esto?”
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El Dromedario
CÓMIC
Por:Zoe Romero