Fotografía :
El Desnudo
Por Antonio García Sánchez
. La fotografía de desnudo es una disci-
plina difícil y en muchos casos mal en-
tendida por la mayoría de las personas
ajenas a este mundo. Conseguir que
la anatomía humana aparezca como
una obra de arte es una tarea ardua
y adictiva. La luz y la imaginación son
las herramientas básicas y casi exclu-
sivas de las que disponen modelo y fo-
tógrafo a la hora de crear su trabajo.
Iniciarse en esta temática para finalmente
obtener buenos resultados es un proce-
so largo y complicado. El fotógrafo debe
tener unos sólidos conocimientos de ilu-
minación, poseer una amplia experien-
cia en moda, retrato etc.. Es interesante
también la asistencia a cursos tanto pre-
senciales como online. Hay que planificar
con cuidado la sesión haciendo un pe-
queño guión de lo que queremos a ser
posible con fotos en el móvil que ayuden
a posar a la modelo. Muchas recurren a
este recurso ya que para ellas no es ha-
bitual hacer este tipo de trabajo. En una
colaboración el trato debe ser exquisito.
Debemos entender que en general no
es sencillo permanecer desnudo ante un
desconocido. La modelo debe tener la
opción de poder usar un albornoz o simi-
lar mientras no se hacen las fotos inclu-
so si es posible posar con ello mientras
se ajusta la iluminación. Es normal que
al principio de la sesión la modelo pre-
52
sente cierto grado de inseguridad moti-
vado en parte por su desnudez. Mante-
ner una conversación inicial sobre cómo
se va desarrollar la sesión, aunque ya se
haya hablado previamente, ayuda a rom-
per el hielo. Preguntar a menudo sobre
su comodidad frio, calor, necesidad de
beber o de descansar también es una
buena política. Mientras se dispara hay
que hablar con la modelo, por regla ge-
neral alabando lo que hace si nos gusta y
corrigiendo alguna pose si es necesario.
Se debe tener en cuenta que el único
que sabe cómo están quedando las fotos
es el fotógrafo y que la modelo necesita
saber si su trabajo está bien o hay que
corregirlo. Revisar el trabajo realizado
cada poco tiempo, ofreciendo a la mo-
delo borrar en la misma cámara alguna
foto con la que no se encuentre cómoda,
hace que aumente su grado de confian-
za. De esta manera no tendrá inconve-
niente en arriesgar en las siguientes po-
ses. Hay quien dice que se debe evitar a
toda costa tocar a la modelo, tienen ra-
zón en parte. A veces, cuando han falla-
do todos los recursos para corregir una
determinada pose, pidiendo permiso, se
pueden utilizar uno o dos dedos. Lo mis-
mo se aplica para apartar un mechón
de pelo. Si hacemos estos movimientos
con delicadeza y avisando no influirán
sobre el buen desarrollo de la sesión.