Notre Dame Suplemento especial de Mirror | Page 12
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A su llegada al templo antes de la media noche, el presidente Emmanuel Macron
se refirió al incendio como una "terrible tragedia", pero añadió que lo peor se había
logrado evitar.
"El lanzamiento de agua desde el aire habría sido extremadamente peligroso, frente a lo
dicho en redes sociales", aseguró Nunez, después de que el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, se preguntara también en Twitter por qué no se
estaban empleando aviones cisterna en las labores de extinción.
Desde la tarde, miles de personas se reunieron en las calles cercanas de la
catedral para seguir de cerca el siniestro. Algunos observaban las llamas en silencio,
otros lloraban y otros rezaban o entonaban himnos.
"Todo se está quemando. No quedará nada", dijo en la tarde André Finot, vocero de la
catedral. "Queda por ver si la bóveda que protege la catedral será afectada o no",
agregó.
La Fiscalía de París anunció la apertura de una investigación para determinar las
circunstancias del suceso.
A su llegada al templo antes de la media noche, el mandatario dijo que "esta
catedral de Notre Dame la reconstruiremos todos juntos".
En su cuenta de Twitter Macron anunció que lanzará una campaña de recolección
de fondos a nivel nacional e internacional para la reconstrucción del templo.
"Es parte de nuestro destino francés", escribió el presidente.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, calificó de "incendio terrible" el suceso e hizo
un llamado a que las personas en los alrededores eviten la zona y permitan el
trabajo de los bomberos.
El año pasado, la Iglesia católica en Francia lanzó un llamado urgente para
recaudar dinero con el que restaurar la catedral, que estaba empezando a sufrir un
importante deterioro y mostraba grietas en las paredes.
En aquel momento, se estimó que los trabajos de rehabilitación podrían costar hasta
unos US$169 millones.
Según el responsable de la organización benéfica "Amigos de Notre Dame",
Michel Picaud, la contaminación, la lluvia ácida y el paso de los años eran los
principales responsables de este deterioro. "Dentro de 10 años podríamos ver la
catedral completamente abajo si no hacemos nada", dijo la pasada semana.