NOTICIAS XXIII - Nº39 Nº 39 - junio 2019 | Page 32

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LA RANA BUENA

Hace muchos años existió una rana normal y corriente hasta que alguien le quitó su lado bueno. Pasaron muchos años y nadie la quería por lo mala que era. Por eso siempre estaba triste y enfadada.

Un día la rana vio en la televisión que había una persona que quitaba el enfado a cualquiera. Llamaba día y noche y no le contestaban. Hasta que se cansó de llamar y buscó otra solución: iba ayudando a la gente, amigos, compañía, … ¡y nunca más estuvo triste! ¡Fue feliz toda la vida!

Yancy Lisbeth Montaño 3ºB

EL OSITO PANDA QUE LE FALTABA UNA MANCHA

Había una vez, en las afueras de China, unos campos de bambú en los que vivían varias manadas de pandas.

Un día nació un nuevo miembro en la familia. Todos querían ir a visitarlo. Cuando se hizo mayor todos decían que era muy torpe. Entonces pasaron los días y se dieron cuenta de que le faltaba la mancha que heredó toda su familia. La abuela panda dijo:

-¿Quién le habrá robado la manchita a nuestro pequeño pandita?.

El osito era muy pequeño pero muy sabio. Intentó ayudar pero, como era tan torpe, se perdió. Les pidió a unas aves amigas de sus padres que le llevaran a Australia. Se asustó de los canguros y hacía mucho calor. De nuevo, les pidió a sus amigas las aves que le llevaran, pero, como no sabían donde llevarle, le trajeron a la ciudad de Zaragoza, a una casa con un jardín muy grande donde vivía una niña muy maja. Vio al panda en una cestita de paja y se lo quería quedar, pero reflexionó y pensó que tendría que volver a su casa.

Eran bastante humildes y, con el dinero que había ahorrado, la niña le preparó un viaje a su casa en una cestita de bambú. Cuando volvió se dieron cuenta de que nadie le había robado la manchita: era especial y nada más. Se hizo mayor, tuvo más hijos y vivieron felices y… ¡no!, ¡¡no comieron perdices!! ¡¡¡COMIERON BAMBÚ!!!

Ainhoa Vicente 3ºB

LA PATATA AIDAJO

Hace muchos años en Patalandia había una patata llamada Aidajo. Vivía con su madre moribunda, ya que estaba enferma. Aidajo estaba muy preocupada porque su madre no paraba de toser.

- Mamá estás fatal, no paras de toser. ¿Qué puedo hacer para ayudarte? - le preguntó Aidajo.

- Hija mía, la única forma de arreglarlo es ir a la ciudad de los humanos, porque ahí se esconde la flor mágica – le respondió su madre.

Aidajo se fue corriendo a la calle. Su madre miraba las noticias y dijeron en la tele que era el día de la patata en la ciudad de los humanos. Su madre fue a buscar a Aidajo y no la encontró. Pasaron los días y Aidajo volvió sana y salva.

Fatou Sissoko 3ºB